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Suboficial Mayor RN Urbano Saldívar Astudillo, Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático
“Me siento un hombre bravo del Litoral”
Desde muy niño fue mi sueño servir a la patria, vestir el uniforme y tener la oportunidad de poder navegar a bordo de un buque de guerra para conocer el país. Esta larga travesía comenzó a los 16 años de edad, cuando ingresé a la Escuela de Grumetes en 1973. Enseguida, cursé la Especialidad de Escribiente y por el año 1975 fue destinado al APD. "Uribe" con base en la ciudad de Iquique, donde realicé diversas navegaciones por el litoral.
Dicen que las experiencias en esta carrera son las que marcan y dejan un recuerdo imborrable en la memoria. Una de las tantas anécdotas de mi carrera se remonta al 2002, cuando me encontraba a bordo del B.E "Esmeralda" y zarpamos de Valparaíso con rumbo a Isla de Pascua, y posteriormente Tahití. Al estar próximos a atracar, en el muelle, se veía flamear nuestro pabellón patrio; fue muy emocionante para toda la dotación, pero mi sorpresa fue mayor al constatar que la dama que portaba nuestra bandera, era mi esposa, que viajó para darme esa linda e inolvidable sorpresa".
La Armada de Chile ha sido un todo, ya que me permitió formarme como marino, posteriormente formar una familia y actualmente me da la oportunidad de continuar entregando experiencia y asesorando al Mando con la misma vocación y lealtad que sentí al ingreso a la Institución.
Cabe destacar la importancia de mi familia en la formación como marino, sobre todo el apoyo de mi esposa Aurora, quien es una mujer muy multifacética. Desde ejercer el trabajo como parvularia, hasta ser ejecutiva institucional de empresas en el ámbito del vestuario. Lo que ha contribuido a un mejor bienestar de la familia.
Sin lugar a dudas, cada destinación le ha significado adquirir y asumir nuevos desafíos. El hecho de pertenecer a la dotación de la Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático durante estos 12 años, me ha permitido conocer el quehacer diario del ámbito marítimo y me siento definitivamente un "Hombre Bravo del Litoral.
Doy gracias a Dios, a mi familia, a la Institución y en especial, al Comandante en Jefe de la Armada por haberme permitido la oportunidad de volver a vestir mi uniforme y por darme este privilegio de llegar al grado máximo como Suboficial Mayor.