Pastoral, Coro Evangélico y Estudios Bíblicos de la Academia Politécnica Naval
Trabajo voluntario que refuerza la fe y los valores de los futuros especialistas de la Institución
Con el fin de entregar a los alumnos un espacio de reflexión, encuentro espiritual y complementar la formación de los futuros especialistas, la Academia Politécnica Naval, cuenta con un grupo de pastoral para sus alumnos católicos, y con el Coro Evangélico y Estudios Bíblicos para sus alumnos evangélicos. Estos grupos se reúnen de forma voluntaria semanalmente, a lo que se suman varias actividades de ayuda fraterna y peregrinaciones de forma conjunta o ecuménica.
distintas actividades durante el año, las que van desde
peregrinaciones hasta visitas a hogares de menores y de ancianos
Dada la naturaleza de la profesión naval, la formación valórica de nuestro personal adquiere un rol fundamental, permanente y transversal desde el inicio hasta el final de la carrera de los hombres y mujeres que deciden abrazar esta vida llena de satisfacciones, pero no exenta de sacrificios personales y familiares.
Por ello el pilar valórico es imprescindible dentro del sistema educacional naval, ya que a través de ramos como ética y moral, se potencian desde otro enfoque, los valores que requieren nuestros oficiales y personal de gente de mar.
La Academia Politécnica Naval no es la excepción dentro de este continuo curricular, por ello sus ramos de formación valórica son complementados con diversas actividades realizadas por la Pastoral APOLINAV en Betania y por el Coro Evangélico y Estudios Bíblicos, quienes se reúnen semanalmente de forma voluntaria y realizan actividades que fomentan la solidaridad, la Fe y los valores personales de sus integrantes.
Grupo pastoral APOLINAV en Betania
Este grupo llamado así para recordar la localidad de Betania, que era el lugar de descanso de Jesús, en el cual vivía Lázaro y María, es dirigido por el Capellán, Capitán de Fragata Servicio Religioso Fernando Jarpa, quien junto al Diácono Jaime Muñoz y la empleada civil Danne Díaz, entrega un espacio de reflexión y discernimiento espiritual a sus miembros, sobre todo frente a diversas situaciones difíciles que enfrentan nuestros alumnos, como la lejanía familiar o el exigente régimen académico.