Patrimonio Cultural Subacuático

El mar y los secretos que subyacen en sus profundidades

Nuestro país goza de una diversidad de riquezas en el fondo del mar, vestigios sumergidos de carácter cultural e histórico denominados Patrimonio Cultural Subacuático (PCS) que debemos resguardar y proteger. Para conocer más sobre restos náufragos y arqueológicos, realizamos una visita por la Bahía de Valparaíso al sitio del hundimiento del “Potsdam”, barca alemana siniestrada en 1891 durante el contexto de la Guerra Civil.

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Según Diego Carabias, existieron las interpretaciones más antojadizas sobre el sitio "Las Locitas": que
se trataba de los restos de un barco español o de un cargamento p0rocedente de Oriente, así que en
2005 realizaron un proyecto de investigación para estudiar científicamente el yacimiento y determinar
de qué se trataba efectivamente

Diego Carabias (41 años) es arqueólogo marítimo e investigador del Centro de Investigación en Arqueología Marítima del Pacífico Sur Oriental (ARQMAR), organismo sin fines de lucro enfocado en temas de investigación científica y gestión de Patrimonio Cultural Subacuático. Además, practica buceo profesional hace más de 20 años combinando sus dos pasiones: el mar y la arqueología.

Chile cuenta con un importante patrimonio histórico subacuático. Sus 4.300 kilómetros de costa, mares, ríos y lagos guardan muchos secretos en el lecho marino. Una gran cantidad de buques, naves menores y otras piezas arqueológicas que han zozobrado y que gracias a la investigación científica se puede tener un registro de estos artefactos y contar una historia.

El investigador de ARQMAR nos relató una de sus tantas anécdotas. “Coincidiendo con los 200 años de la Armada, durante los últimos años he tenido la fortuna y el privilegio de investigar diversos pecios o sitios de naufragios de buques tan relevantes y conocidos como la Corbeta Esmeralda (1879) en Iquique, el blindado Blanco Encalada (1891) en Caldera y otros menos conocidos, pero muy interesantes como la barca Infatigable (1855) hundida en el puerto de Valparaíso, lo que nos ha permitido empezar a investigar arqueológicamente cómo era la vida a bordo de los buques de la Marina de Guerra durante el siglo XIX”.

Recorriendo la bahía de Valparaiso 
El viernes 13 de abril realizamos una navegación por la bahía de Valparaíso junto a Diego Carabias y un equipo de ARQMAR. El investigador se sumergió en el lugar con apoyo de otro buzo para registrar los restos del naufragio de la “Postdam” y nos contó su experiencia. “Este sitio se conoce entre los buceadores locales como ‘Las Locitas’, por su cargamento comercial de vajilla, cerámica y otros elementos diversos que tradicionalmente la gente iba a raquear para llevarse un recuerdo”.
Añadió que “en 2005 realizamos un proyecto de investigación para estudiar científicamente el yacimiento y determinar de qué se trataba efectivamente. Los resultados fueron bastante sorprendentes, el sitio es muy interesante porque el buque formaba parte de la Flota P de la compañía Laeisz, una compañía alemana especializada en el tráfico de salitre entre Chile y los puertos del norte de Europa durante la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX. En este sentido, la investigación nos ofreció información arqueológica de primera fuente y poco conocida sobre los bienes de consumo que se estaban importando a Chile a fines de siglo, desde cemento en polvo, servicios de mesa, hasta juguetes para niños”.
Normativa marítima y creación de mesa intersectorial 

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En Chile, el PCS es regulado por la Ley de Monumentos Nacionales, en el Decreto 311 del año 1999 del Ministerio de Educación y el Reglamento sobre Concesiones Marítimas, el cual considera “toda traza de existencia humana que se encuentre en el fondo de ríos, lagos y en los fondos marinos que existen bajo las aguas interiores y mar territorial por más de 50 años”.
Como un complemento a lo regulado por el Reglamento de Buceo para Buzos Profesional y con la finalidad de controlar y fiscalizar el PCS, la DIRECTEMAR publicó en agosto del año 2017 la Circular Marítima A-42/009, la cual regula el buceo en el patrimonio cultural subacuático. Dicha normativa, se suma a la Ley de Monumentos para preservar estos restos culturales mediante la práctica del buceo científico, turístico y de inmersión libre.
El Capitán de Corbeta LT Sebastián Herrera, Jefe del Departamento de Buceo Profesional y Deportes Náuticos dependiente de la Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático (DIRINMAR), se refirió al apoyo y trabajo conjunto con otras entidades públicas y privadas que dieron vida a esta Circular Marítima. “La Circular Marítima se elaboró en conjunto con el Consejo de Monumentos, incorporando asesoría legal y técnica. Luego, nosotros comunicamos esta normativa, creándose de forma paralela una mesa de trabajo en donde participan PDI, Fiscalía Nacional, Corporación del Patrimonio Marítimo de Chile, Corporación de Arqueología Marítima del Pacífico Sur, en la cual se pretende generar acciones para el cuidado del Patrimonio Cultural Subacuático y fiscalizar el cumplimiento de ésta a nivel nacional”.
En este aspecto, el Oficial enfatizó que mediante esta circular se pretende operativizar el acceso al PCS, regulando la actividad del buceo no para restringir sino para cuidar el patrimonio subacuático. Además, señaló que si se sorprende a un individuo saqueando o moviendo un resto arqueológico estará sujeto a sanciones ante el Ministerio Público.