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Brigada Forestal Talcahuano
Preparados para combatir emergencias forestales
Para cumplir con la misión de prevenir y combatir incendios forestales con seguridad, los efectivos navales son capacitados e instruidos por personal de la CONAF en técnicas de cómo abordar estas emergencias en terreno, el uso de la implementación y la utilización de las herramientas.
La temporada estival es sinónimo de días soleados, vacaciones y actividades al aire libre. Pero las buenas condiciones meteorológicas, la falta de humedad y los fuertes vientos que se presentan en el verano, son factores que combinados también elevan los riesgos para la generación de incendios forestales, emergencias que los últimos años han dejado significativas pérdidas económicas, sociales, ambientales e incluso de vidas humanas.
Las condiciones meteorológicas, topográficas y el boscoso entorno que rodea las instalaciones navales en el puerto de Talcahuano hacen que la Comandancia de la Base Naval, cada año, active la Brigada Forestal Talcahuano (BRIFATALC). Grupo de trabajo integrado por servidores de las Unidades y Reparticiones de la Base Naval, Infantes de Marina, de los buques que se encuentran en reparaciones durante el verano y apoyado por personal de la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
Orgánica BRIFATALC
La actual orgánica y estructura de la BRIFATALC se asimila al funcionamiento de las brigadas de CONAF, con el propósito de optimizar los recursos humanos y materiales, como también, realizar un eficiente y eficaz trabajo conjunto y colaborativo junto a los otros organismos, durante las emergencias que se produzcan dentro de los terrenos navales, como asimismo, apoyar a la comunidad cuando está en peligro ante estos fenómenos.
El Teniente 1° Andrés Zamora, Jefe de la Brigada Forestal Talcahuano, explica que entre noviembre y abril tienen la misión de proteger y tomar las primeras acciones para combatir los incendios forestales, en una extensión de terreno de mil 872 hectáreas, en la península de Tumbes. “Para ello, los 39 integrantes de la BRIFATALC se dividen en tres partidas, de 13 personas. Cada una de ellas cuenta con un líder, un jefe de escena, conductores, brigadistas y un equipo de apoyo logístico. Además, se dispone de tres vehículo, una camioneta que se utilizada para primer ataque de los siniestros, la que va equipada con cuatro bombaespaldas, herramientas y dos camiones aljibes, con capacidad de 5 mil litros de agua cada uno”, comenta.
Agrega, que el trabajo del personal naval es constantemente apoyado por brigadistas de CONAF, “coordinamos una jornada de instrucción teórico-práctico previo a la activación de la brigada, donde nos enseñan cómo organizarnos desde la macroestructura hasta lo más particular, que es el brigadista; y así cumplir los protocolos y procedimientos durante una emergencia, teniendo presente la seguridad de cada uno de los integrantes del equipo”.
En el aspecto de seguridad, el Teniente Zamora menciona que se han renovado elementos y adquiridos otros como mascarillas, botas y guantes especializados para el fuego; como también, implementos para el bienestar de los brigadistas, “que están disponibles las 24 horas al día, los siete días de la semana para concurrir a alguna emergencia”.
Preparación y capacitación
Sergio Vera y Nelson Aguayo, torreros de CONAF con más de 20 años de experiencia, son quienes apoyan durante todo el período estival a los integrantes de la BRIFATALC, traspasando sus conocimientos para cumplir con seguridad el propósito de combatir los incendios forestales.
Vera comenta que una de las labores preventivas es la vigilancia desde la torre de observación en la península de Tumbes, “desde aquí observamos la boscosa zona que rodea la Base Naval Talcahuano y el amplio perímetro que abarca Dichato, Concepción, Hualqui, San Pedro de la Paz, Arauco y la isla Santa María, reportando a los organismos de emergencia cualquier foco de incendio que visualicemos”.
La otra fase de trabajo, explica, es “capacitar a diario al personal naval, donde les enseñamos a cómo combatir incendios forestales, abordando temáticas como técnicas de combate, formas y métodos de construcción de líneas de seguridad para trabajar en lugares conflictivos, medidas de seguridad para resguardar la integridad física, el equipamiento que requieren, ubicación de los camiones”, entre otros aspectos.
de experiencia, apoyan durante el período estival a
la BRIFATALC.
Agrega que este trabajo conjunto entre la Armada y CONAF ha dado positivos resultados, pues “contamos con personal naval preparado para realizar las primeras acciones para controlar un incendio, agrupación que es conocida tanto por las organizaciones de emergencias como por la comunidad”.
Brigadistas Forestales
La BRIFATALC es el resultado de la evolución que tuvo la Brigada de Incendios Forestales (BRINFO) y la Brigada Preventiva de Incendios (BRIPRIN). Si bien ha cambiado de nombre a lo largo de su historia, lo que se conserva en el tiempo es el trabajo en equipo, el compromiso y la positiva actitud de quienes han integrado sus filas, algunos de ellos en más de una oportunidad.
El Cabo 1° Carlos Bueno y el Cabo 2° Daniel Solar, ambos dotación del Batallón de Infantería de Marina “Aldea” y que han cumplido labores de seguridad en los incendios de Valparaíso y Concepción, fueron parte de la primera brigada de la BRIFATALC. El Cabo Bueno cumpliendo su segunda comisión y el Cabo Solar, la primera, ambos destacan la importante labor preventiva que cumple la Brigada, resaltando que para ello “es fundamental contar con el entrenamiento y la implementación necesaria, el que se debe incrementar en el tiempo, para enfrentar con seguridad las emergencias. Contar con personal de CONAF nos da tranquilidad en nuestro funcionamiento. Ellos tienen los conocimientos y nos guían para cumplir nuestras funciones, que van más allá de proteger los terrenos, sino que es proteger a las personas que nos rodean y a nosotros mismos”.
El Cabo Solar agrega que fue una positiva experiencia, “nos tocó actuar en el amago de diferentes focos de incendio de pastizales, casi todos en el sector Centinela Sur, fuera de la Base Naval, y eso nos enseñó a valorar el trabajo que realiza la Brigada, la que rápidamente acude a combatir los incendios para que no afecten las instalaciones, como tampoco a la comunidad”.
En tanto, los Cabo 1°César Toledo, dotación de la Comandancia de la Base Naval Talcahuano y Rodolfo Núñez, dotación del Hospital Naval Talcahuano y enfermero especialista en Aviación Naval, formaron parte de la segunda partida, la que funcionó hasta fines de enero. Ambos servidores señalaron que es fundamental estar preparados para actuar ante situaciones de esta naturaleza, “no es fácil ver como una persona pierde sus enseres materiales o hasta la vida por tratar de recuperar algo. Por eso es importante que nosotros estemos atentos y con una actitud positiva para acudir lo más rápido a controlar un incendio”.
El Cabo Núñez agrega que “el paso por la BRIFATALC permite adquirir conocimientos que pueden ser aplicados en cualquier lugar, aprender algo nuevo tiene una positiva sensación y si nos toca ayudar a la comunidad siempre el corazón se va más contento para la casa”.
Apoyo desde el aire
Tal como ocurre en tierra con la BRIFATALC, desde el aire el personal naval también apoya en las emergencias de incendios forestales. Ejemplo de ello es el desplazamiento del helicóptero Dauphin HH 65, dependiente de la Segunda Zona Naval, a las regiones de O’Higgins y Maule, durante enero y febrero de 2017, para colaborar en el control de los focos de incendio que simultáneamente afectaron la zona centro sur del país.
Para mejorar esta capacidad, en marzo de 2018 los pilotos del Grupo Aeronaval de Talcahuano recibieron la certificación de combate de incendios forestales con Bamby Bucket.
El Capitán de Corbeta Jorge Fuentes, Comandante de la Unidad Aeronaval de Talcahuano, indicó que el combate de incendios forestales con helicóptero se hace desde hace tiempo, “pero ahora contamos con un curso formal impartido por la empresa FAASA, de acuerdo a un convenio entre el Ministerio de Defensa Nacional y la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), siendo los únicos pilotos de la Armada de Chile que contamos con esta certificación. Para mantener esta capacidad y la pericia de las dotaciones hacemos constantemente vuelos de entrenamiento durante todo el año”.
realizan instrucción para adquirir técnicas
sobre el combate de incendios forestales.
Para colaborar en estas emergencias, el Grupo Aeronaval de Talcahuano cuenta con un Bamby Bucket o helibalde, con capacidad para lanzar 700 litros de agua. “El uso de estos medios está enfocado principalmente para el combate de incendios forestales en la península de Tumbes, pero ante las emergencias también estámos dispuestas para colaborar con los organismos civiles en apoyo a la comunidad”, señala el Capitán Fuentes.