Quienes portamos la escafandra en el antebrazo y en el pecho somos herederos de una historia cimentada en el sacrificio, hijos del rigor, impetuosos, temerarios, arriesgados e infatigables al momento de cumplir con el objetivo. Somos los ojos del mando bajo el agua y lo imposible no existe al momento de emprender una inmersión.

La Armada de Chile, en reconocimiento a la labor desempeñada por los especialistas en buceo y salvataje, ha instaurado el 8 de junio como la fecha de creación de la especialidad, día en que José Sobenes realizó la hazaña de ir en busca de las profundidades para concretar una misión de alto riesgo en pleno desarrollo de la Guerra del Pacifico.

El buceo en la era moderna

Desde la década del 1970 se experimentaron algunos cambios a la actividad de buceo en la Armada en torno al buceo autónomo, por lo que el equipo escafandra comienza su retirada en lo que se refiere a la práctica operativa y solo se considera en el área de instrucción. El último curso que recibió los conocimientos de operación de equipo pesado fue la promoción de 1984.

El 2 de marzo de 2007 la Comandancia en Jefe de la Armada aprueba la modificación en el reglamento de tenidas de la institución y autoriza el uso reglamentario de la piocha distintiva de buzo de salvataje. Ese año, además, la promoción de alumnos que desarrolló el curso de instrucción egresó con el título de Mecánico Buzo de Salvataje, Control de Averías.

El último hito alcanzado en el área de la especialidad tiene relación con alcanzar los 100 metros de profundidad durante el curso realizado en la partida de salvataje de Valparaíso en 2014.

No se puede citar la historia sin considerar las operaciones de salvamento realizadas en el tiempo, las que han permitido conocer el grado de entrenamiento, las capacidades alcanzadas, el espíritu de cuerpo y superación de quienes tomaron parte en dichos salvatajes; todas ellas han sido fruto de la constante preparación y compromiso de los especialistas que en su momento fueron los artífices de coronar con el éxito esas operaciones.

Será responsabilidad de las nuevas generaciones seguir escribiendo la historia de tan gallarda especialidad, que sin duda serán con letras doradas y coronando siempre cada inmersión con los laureles del éxito.

Buzo de Salvataje, aguas transparentes y buena mar.

Colaboración del Suboficial (R) (Bs. Ca.) Jorge Beltrán Riquelme