Boletín Oficial de la Armada

100 años de conocimiento, lectura, instrucción y cultura naval

El BOA, junto a la Ordenanza de la Armada y al “Manual del Marino”, publicación antecesora de muchos reglamentos internos, ha apoyado durante 100 años el quehacer profesional y técnico del personal de la Armada, su capacitación, entrenamiento y doctrinas, resguardando la historia escrita de la institución.

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El Boletín Oficial de la Armada nace en Chile a comienzos del siglo XX, cuando la Armada era liderada por el Director General de la Armada, Vicealmirante Joaquín Muñoz Hurtado, quien   aprobó por Decreto el proyecto de “Reglamento para la publicación del Boletín Oficial de la Armada” el 9 de abril de 1919. Se constituyó entonces en un valioso complemento del “Manual del Marino”, obra clásica de la Marina Chilena, que entonces recopilaba leyes, decretos, reglamentos y órdenes de carácter general para normar y regular el quehacer del personal de la Armada, de sus buques y reparticiones, tanto en el país como en el extranjero.

En el primer ejemplar, publicado en Valparaíso el 22 de mayo de 1919, se observa una recopilación de Decretos, Reglamentos y Disposiciones que contribuyeron en el quehacer administrativo, educacional, logístico y operativo de la Institución, detallando, por ejemplo, la misión, tareas, objetivos y funciones de la Escuadra, de las Unidades de Defensa de Costa, de las Escuelas de la Armada, de las nacientes Direcciones Técnicas, de los Arsenales, Almacenes Fiscales y Especialidades Técnicas del Personal Naval. Es decir, se trataba de una publicación interna que informaba el día a día naval en el aspecto de resoluciones, movimientos del personal, Artillería y Fortificaciones, seguridad a la navegación en lo marítimo, fluvial y lacustre, disposiciones de la Dirección de Materiales y situaciones de contratos y trasbordos del Personal Especialista en las áreas de Artillería, Telegrafía, Señales, Torpedos y Minas.

En este contexto, se destacaba la importancia de las “Revistas de Comisario”, las cuales “inicialmente se focalizarán en reparticiones y buques con asiento en Valparaíso”. El martes 10 de junio de 1919, por orden del Director General de la Armada, se dispuso una acuciosa Revista de Comisario “para buques al ancla en el puerto de Valparaíso, para la Escuela Naval y la Gobernación Marítima”.

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Al día siguiente, continuó en los Arsenales porteños, en el Departamento de Armas (Sección Armas de Guerra), en el Depósito General de Marineros, en el Hospital Naval, etc., para concluir el 15 de junio de 1919 en el Departamento de Municiones, en el Grupo Valparaíso de Artillería de Costa y en la Escuela de Mecánicos.

Además, el BOA constituía un instrumento administrativo y jurídico de carácter oficial que durante sus primeras décadas normaba e informaba a los Mandos, al personal y a las mismas reparticiones y buques acerca de la normativa y reglamentación interna de la institución, en cuanto a necesidades operativas y logísticas de la Escuadra, así como también a las peticiones propias del personal naval como solicitudes de trasbordo, licencias, órdenes de pago, nombramientos, renuncias, deserciones, expulsiones y desembarques, entre otros.

Finalmente, el centenario BOA evolucionó desde un aspecto comunicacional, que albergaba contenidos generales, confidenciales y reservados, siendo un inestimable instrumento formador del personal, contralor y regulador del quehacer de las unidades a flote y de las reparticiones terrestres, para transformarse en una robusta herramienta de comunicación oficial, destinada al conocimiento, lectura, instrucción y cultura naval de todos el personal de la institución, integrando los avances tecnológicos, manifestado en la versión digital del BOA, disponible desde el año 1999.

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El Departamento de Organización y Reglamentación Institucional de la Secretaría General de la Armada es el custodio de esta publicación. Para su jefe, Teniente 2° OM IM Roberto Martínez Castillo, “cuando uno lee los BOAs antiguos se tiene la sensación de viajar en la historia y en el tiempo y, de alguna forma, rememorar lo que vivieron los marinos de aquellos años. Así como descubrí que efectivamente ‘todo está escrito’, tal y como siempre me dijeron mis instructores, también comprendí la importancia de dejar registradas nuestras actividades, experiencias y vivencias, ya que ellas son nuestro presente pero también son parte de la historia de nuestra institución y el BOA, que ha evolucionado con la tecnología, seguirá dando testimonio de ello, quizás, durante el siguiente centenario”.

El responsable de mantener la tradición de la difusión del Boletín Oficial de la Armada es el Cabo 1° Luis Navarro Contreras, para quien “es gratificante ser parte de este equipo, que trabaja de manera silenciosa, eficiente y eficaz, y lo relevante de la información que se difunde en el Boletín Oficial de la Armada y que se encuentra para conocimiento de la Institución todos los días viernes de cada semana”.