Bicentenario Servicio Religioso de la Armada

Soporte espiritual y moral para los hombres y mujeres que sirven a la patria

La formación integral que imparte la Armada de Chile a sus dotaciones se fundamenta en el aspecto militar, académico, deportivo, cultural y valórico, siendo este último, la principal base de los hombres y mujeres que han jurado, teniendo a Dios como testigo, defender la Patria y amar a la familia.

 

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El Servicio Religioso de la Armada de Chile cumple un rol trascendental en la tarea de entregar asistencia espiritual, religiosa, moral y sacramental a los servidores y a sus familias, labor que desarrolla hace 200 años, ya que el 18 de agosto de 1819, fue creado como parte de la orgánica institucional.

 

La historia del Servicio Religioso de la Armada se remonta a los inicios de Chile como país independiente. Acompañamiento espiritual presente en importantes hitos de nuestra historia, como la Guerra del Pacífico, período en el que 44 eclesiásticos fueron nombrados capellanes.

En el marco de la organización clerical del país, el 3 de mayo de 1910, se creó el Vicariato Castrense de Chile, entidad donde los Jefes del Servicio Religioso Naval José Fernandois Cabrera y Francisco Gillmore Stock asumieron como Vicarios Castrenses, durante el siglo XX, organización que desde el 21 de abril de 1986 es conocida como Obispado Castrense de Chile.

Primeras dependencias

 

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Con una estructura orgánica constituida e instaurada las bases del Vicariato Castrense de Chile, en 1911, el Servicio Religioso de la Armada establece sus primeras dependencias en el Apostadero Naval de Talcahuano, bajo la responsabilidad del padre Arturo Deconick. Su ubicación fue Avenida Jorge Montt 24, con la oficina administrativa, la habitabilidad para el Capellán y la Capilla Nuestra Señora del Carmen, donde junto con la eucaristía, también se celebraban bautismos y matrimonios.

El Capitán de Corbeta SR Rafael Providell, quien en tres oportunidades se ha desempeñado como Capellán de la Segunda Zona Naval, manifestó que ser el guía espiritual de las dotaciones de esta jurisdicción es todo un orgullo. "Somos herederos y custodios del legado de quienes sembraron la base de la fe católica en la institución, por lo que nuestra misión es ser una comunidad católica fuerte, colaboradora, orante, que dé testimonio y por sobre todo acogedora con el prójimo", señaló

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En sus 108 años de historia varios son los hitos registrados. Uno fue el 29 de mayo de 1988, cuando se consagra la nueva capilla en el sector Las Canchas y, a petición del Capellán Jaime González, se le nombró “Sagrada Familia”, representada por una escultura tallada en madera, donada por el astillero de ASMAR Talcahuano. En el año 2000, año del Jubileo, la capilla naval fue elevada a la categoría de Iglesia, con capacidad para recibir a 300 feligreses.

Los fenómenos naturales también han dejado huellas en el Servicio Religioso de la Segunda Zona Naval. El terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010 dañó las instalaciones que ocupó por 99 años y hoy cuenta con unas nuevas dependencias en la Avenida Jorge Montt 125, al interior de la Base Naval Talcahuano, donde se habilitó un oratorio, en el que destacan dos centenarias columnas de madera que ornamentan el altar.

El padre Providell agrega que, a pesar del paso de los años y de los eventos de la naturaleza, en la Iglesia Sagrada Familia hay elementos que conservan y recuerdan la historia de los inicios del Servicio Religioso en Talcahuano. “En nuestro inventario está la pileta bautismal de bronce, la que aún es utilizada para entregar este sacramento; registros de matrimonio y bautismo de 1911, entre los que se encuentra el acta de bautizo de Hernán Agustín Arturo Óscar Prat Valdés, sobrino en segundo grado del Comandante Arturo Prat”, hombre que es recordado por su ejemplo de patriotismo, herencia valórica y de consagración a Dios.

200 años del Servicio Religioso de la Armada

 

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La asistencia espiritual de los militares es algo que la Iglesia ha querido cuidar siempre con extraordinaria solicitud según las diversas circunstancias. La constitución Apostólica Spirituali Militum Curae, del Sumo Pontífice San Juan Pablo II, nos señala que los uniformados y sus familias “constituyen un grupo social con condiciones de vida particulares, que necesitan una concreta y específica forma de asistencia espiritual”.

 

Profética resultaría la acción del General Bernardo O’Higgins al nombrar al sacerdote Casimiro Albano Pereira para ejercer trabajos de Capellán en los buques de la Escuadra Libertadora. Hoy celebramos que un 18 de agosto de 1819 fue creado el Servicio Religioso en la Armada de Chile, cuyo primer capellán fue el sacerdote Cayetano Requena, cuya actuación en la Escuadra al mando del Almirante Lord Cochrane dio el definitivo zarpe de nuestro servicio pastoral a la Familia Naval.

Es motivo de orgullo recordar al Capellán Guillermo Enrique Christie, que contrae fiebre amarilla cuando atendía a los enfermos en el hospital 2 de Mayo, en el Callao, y que posteriormente recibe Medalla de Oro y condecoraciones concedidas por el Congreso Nacional, por la Batalla de Angamos, toma de la “Pilcomayo” y batallas de Chorrillos y Miraflores. Hoy sus restos descansan frente a la Iglesia Naval de Viña del Mar.

Un servicio religioso que en 200 años, destaca por la doble vocación de servicio a Dios y a la patria, representado por tantos capellanes que han vivido con fidelidad la vocación en cumplimiento de su deber.

Capitán de Fragata Ricardo Burgos RL, Jefe del Servicio Religioso de la Armada