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En el Biobío
Polivalencia de la Armada para combatir los incendios forestales
Los efectivos de la Armada, Ejército, Carabineros y PDI, cumplieron tareas de patrullaje, vigilancia, seguridad y combate de los incendios, apoyando a Bomberos, a los brigadistas de CONAF y de las empresas particulares, esfuerzo común que permitió contener y controlar las emergencias.
Los incendios forestales nuevamente volvieron a unir los esfuerzos de los efectivos de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad, para apoyar con sus capacidades polivalentes a la comunidad y a los organismos de emergencia.
Tras decretado el estado de excepción constitucional de catástrofe para tres regiones del país, en el Biobío, el Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Carlos Huber Vio, fue designado como Jefe de la Defensa Nacional, asumiendo el 5 de febrero.
Como lo establece el protocolo de emergencia regional, el Contraalmirante Huber habilitó su puesto de mando en el Regimiento N°6 “Chacabuco”, donde su Estado Mayor, liderado por el Capitán de Navío IM Carlos González, e integrado por servidores del Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Carabineros y PDI, organizaron la logística y la operatividad de los más de mil efectivos desplegados por la región.
“Asumí esta tarea con la misión de velar por la seguridad de la ciudadanía y el orden público, teniendo un contingente disponible de 4 mil 800 efectivos bajo mi mando. Cada una de las instituciones desplegó todos sus medios para que los incendios no afectaran a la comunidad. Un grupo de ellos, patrulló para dar seguridad a la ciudadanía y a los brigadistas. Otro grupo, como las brigadas forestales del Ejército, apoyaron directamente el combate y control de los incendios, y un tercer grupos brindó apoyo logístico a las fuerzas desplegadas”, indicó el Contraalmirante Huber.
Visita de autoridades
En el marco del estado de excepción constitucional, los Ministros de Defensa Alberto Espina y de Agricultura Antonio Walker; como el Jefe del Estado Mayor Conjunto, Vicealmirante Rodrigo Álvarez, visitaron la región del Biobío, interiorizándose del apoyo que los uniformados prestaron a la comunidad.
El Ministro Espina, destacó la labor de las Fuerzas Armadas, la que calificó de extremadamente eficiente. “La colaboración y el trabajo conjunto de las tres ramas de las Fuerzas Armadas ejemplar, lo que demuestra que son polivalentes. No sólo están preparadas para defender la soberanía y la integridad territorial. En tiempos de paz cumplen muchas misiones y una de ellas es el apoyo en las catástrofes”, destacó.
Operaciones terrestres
Para enfrentar la emergencia en el Biobío, la Armada de Chile desplegó un contingente de 700 Infantes de Marina, de la Base IM “Tumbes” y del Destacamento IM “Miller”, los que cumplieron tareas de vigilancia y patrullajes, diurnos y nocturnos, por las carreteras y caminos rurales en las comunas de Tomé, Penco, Hualpén, San Pedro de la Paz, Coronel, Lota y área norte de Arauco, En tanto, un contingente de efectivos navales se movilizó para brindar apoyo logístico a las patrullas desplegadas en terreno.
El Teniente 1° IM Patricio Arriagada, al mando de la fuerzas desplegadas en Tomé, indicó “nuestra misión estuvo orientada a que no se produjeran focos de incendios en la jurisdicción que nos tocó proteger, la que dividimos en cuatro sectores para tener mayor control. A nuestra llegada nos reunieron con el alcalde para explicarle nuestra tarea y durante el tiempo que estuvimos desplegados también tomamos contacto con la comunidad, a quienes les solicitamos que extremaran las medidas preventivas para evitar emergencias por incendios”.
El Sargento 2° IM Santiago Ormeño y el Soldado 1° IM Enfermero Francisco Manríquez, integrantes de la Compañía 213 del Batallón “Miller”, indicaron que fueron designados por la institución para colaborar en esta emergencia, “lo que nos hace sentir orgullosos de haber colaborado con la seguridad de la comunidad del Biobío, para lo cual pusimos todo nuestro profesionalismo en cada uno de los recorridos que realizamos por las comunas de Hualpén y San Pedro de la Paz”, señala el Sargento Ormeño.
En tanto, el Soldado Manríquez, por su especialidad de Enfermero, agrega que además de patrullar, también prestan primeros auxilios a la comunidad, como a quienes combaten el fuego y a los mismos camaradas. “Cuando están en estas labores, se producen lesiones y nosotros con nuestros conocimientos también ayudamos. Al Biobío nos desplegamos cuatro enfermeros y cada 26 hombres hay uno de nosotros para atender cualquier emergencia en terreno aplicando un tratamiento asintomático”.
Quienes cumplieron la labor de patrullaje coincidieron en destacar que al llegar a los lugares, la comunidad se mostró confiada en la labor de seguridad que cumplían. “Nos interesa que las personas sepan que estamos junto a ellos y que nunca los vamos a dejar solos en las catástrofes”, resaltó el Soldado Manríquez.
Apoyo desde el aire
Los incendios no sólo se combatieron desde tierra. Los brigadistas de Conaf, del Ejército, Armada y de las empresas particulares contaron con el fundamental apoyo de las aeronaves, las que una y otra vez recorrieron los cielos del Biobío en operaciones de patrullajes preventivos.
La Armada de Chile mantuvo desplegado un dispositivo aéreo integrado por el avión naval P-295 del Escuadrón VP-1, que se desempeñó como guía del Ten Tanker. Dos helicópteros Superpuma, del Escuadrón HA-1, también se unieron a las tareas de vigilancia y reconocimiento de nuevos focos de incendio, con personal Infante de Marina, altamente entrenados. Labores similares a las que cumplieron el helicóptero Dauphin y el avión Observer P-68, del Grupo Aeronaval de Talcahuano. Este último, realizando vuelos de reconocimiento nocturno para verificar la condición de los focos de incendio, por medio de una cámara infrarroja, luego del trabajo que a diario realizaron los brigadistas.