El 22 de febrero

“Marinero Fuentealba” llegó por primera vez al Círculo Polar Antártico

En la embarcación iban científicos que realizarían distintas investigaciones en la zona y también ingenieros, quienes estudiaron la factibilidad de crear nuevas bases antárticas.

 

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El pasado 22 de febrero fue una fecha histórica para la tripulación del OPV-83 “Marinero Fuentealba”. Por primera vez, el buque llegó a territorio del Círculo Polar Antártico, lo cual se convierte en un hito que llena de orgullo tanto a su Comandante como a la dotación.

 

“El Buque ‘Fuentealba’ nunca había llegado al sur del Círculo Polar Antártico. No lo habíamos hecho antes. Fue un desafío llegar hasta los -5° Celcius y en las noches tener una sensación térmica de -20° Celsius”, detalló el Capitán de Fragata Iván Stenger, Comandante de la unidad.

Dicho hito se concretó durante la Expedición Científica Antártica (ECA) N°55, organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH), donde el buque además transportó a un grupo de científicos, quienes iban al Continente Blanco para realizar distintas investigaciones en el área.

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“En esta comisión vienen 4 proyectos de investigación científica que se realizan con trabajos de buceo. Contamos con el apoyo del buque para desembarcar a los buzos y así poder llegar a los sitios de buceo. También contamos con un equipo técnico de ingenieros que están haciendo el análisis de suelo y estudios sismográficos necesarios para la construcción de las próximas bases antártica en territorio nacional”, indicó Paulina Rojas, Jefa de Comunicaciones y Educación del INACH.

Dicho equipo de ingenieros pudo analizar en terreno la factibilidad de las nuevas bases antárticas en la zona. “Que la Armada haya llegado acá es un hito para la accesibilidad. Nos permite pensar que es posible el desarrollo de la construcción de las bases. Es factible llevar a cabo el trabajo con un contrato propio de licitación del Ministerio de Obras Públicas”, comentó Eduardo Hurtado, Jefe del Departamento de Ingeniería y Construcción del MOP.

Un gran logro para el Buque “Marinero Fuentealba”, que requirió un trabajo extra tanto de logística como de compromiso de la dotación para alcanzar el Círculo Polar Antártico.

Desde adentro

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La travesía al Círculo Polar en el buque “Marinero Fuentealba” fue una experiencia única. Desde el buen tiempo a la cohesión de la dotación para enfrentar la ruta, traducido en la sensación de seguridad que sentimos durante el viaje.

Partimos el lunes 18 de febrero, el paso Drake fue benevolente y llegamos a aguas antárticas el 21. Desde el puente de mando nos avisaron que estaríamos pasando la latitud 66 aproximadamente a las 9:30. Llegamos con antelación para mirar y tomar registros en fotos y videos. Exactamente fue a las 9:22, la emoción de la tripulación se notaba y nos la trasmitieron. La dotación al navegar debía fijarse en cada pedazo de hielo que pasara cerca, redujeron la velocidad al mínimo.

Llegamos a Base Carvajal el día 22 de febrero, el descenso de la temperatura se sentía en la piel, imposible andar sin guantes mucho rato. Aunque esperábamos por la época que el mar estuviese congelado, no fue así, una pequeña parte cerca de la costa, donde descansaban cientos de focas, estaba cubierta de hielo.

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Los buzos INACH que debían tomar muestras en este lugar, contaron con todo el apoyo de los marinos, no solo para trasladarlos, si no también velar por su seguridad. Una vez logrado el objetivo de los científicos, debíamos abandonar el lugar el domingo 24 antes del mediodía, habían avisado que se acercaba un frente de mal tiempo y como buque sin casco reforzado, el “Fuentealba” debía tomar las medidas de seguridad necesarias.

Durante la comisión, todos los marinos, desde Oficiales a Gente de Mar, estaban dispuestos a responder las dudas que teníamos, así muchos aprendimos a entender una carta de navegación. El viaje de retorno fue muy calmado y tuvimos la suerte que el Drake nos volviera a tratar bien.