95 años de la Especialidad de Aviación Naval
El brazo de los buques para la vigilancia y poder llegar a tierra
El 16 de marzo de 1923 el Presidente Arturo Alessandri Palma emitió el decreto que fijó los cimientos de la especialidad mediante el cual se traspasa en forma definitiva la dependencia de la Aviación Naval a la Armada, finalizando su relación anterior con la Inspección General de Aviación.
Al conmemorarse 95 años de la especialidad de Aviación Naval, conversamos con algunos miembros de la Institución que eligieron esta área, son hombres y mujeres que desde el aire protegen la soberanía, conectan al territorio insular y sectores aislados, además de ser los principales actores al momento de realizar rescates en línea de costa.
El Comandante suplente del Escuadrón de Helicópteros de Ataque, Capitán de Corbeta Pedro Pérez, comienza aclarando sobre la especialidad de los aires: “no somos otra parte de la Armada, somos lo mismo, somos marinos desde que entramos a la Escuela Naval, tenemos una especialidad que es parte de la Institución y la vivimos igual que todos los marinos; nuestra tarea es la diferente, pero es para la Armada y los buques”.
Agrega que “la Aviación Naval es un órgano de apoyo a la Institución, los medios aéreos son para continuar la tarea donde los buques no pueden llegar, su importancia ya sea embarcada o en tierra es clara, es ser el brazo de los buques para vigilancia y poder llegar a tierra desde las unidades y proyectar el poder naval desde el mar hacia tierra; también participamos en rescate marítimo, esa es otra labor tremendamente relevante para la institución donde la Aviación Naval provee los medios para poder realizar los salvamentos en la línea de costa con los helicópteros”.
Para el supervisor de mantenimiento, Sargento 1° Eduardo Gómez, quien lleva 18 años en la repartición, pertenecer a la especialidad “es una satisfacción personal muy grande porque me muevo por las tres áreas, tierra mar y cielo, la verdad estoy cumplido, llegar acá ha sido un aporte profesional y personal bastante grande, he aprendido más allá de las cosas puntuales como competencia duras y habilidades blandas como integridad, servicio antes que uno y eficiencia, que es la base de cualquier Aviador Naval”.
Al otro extremo de estos hombres estás la Marinero 1° Misky Barraza, quien con 22 años de edad recién comienza su carrera en la especialidad es Mecánico en Aviación. “Yo pertenezco a la tercera región, Atacama, del pueblo de Domeyko; para mí fue algo muy nuevo, yo no tenía conocimiento de lo que era la Armada y menos de la Aviación, y fue una oportunidad única. Gracias a unos folletos que llegaron a mi pueblo, postulé e ingresé el 2014 a la Escuela de Grumete”. Su paso por la institución lo describe como” increíble, estoy encantada con la especialidad, la mejor decisión que he tomado en la vida, yo acá me siento como en familia, hay respeto, hay cariño”.
Tanto el Sargento Gómez y la Marinero Barraza trabajan en mantención y armado, para el Supervisor de Manteniendo “mi labor principal es capacitar a los más jóvenes en la parte profesional, además de garantizar el control de calidad y operaciones seguras en base a lo que sale en los manuales de mantenimiento”.
Con una visión más actual, la Marinero comenta respecto a la visión que tiene la comunidad sobre la especialidad. “Muchos desconocen la labor que nosotros cumplimos, que es el rescate marítimo, que generalmente lo hacen en las playas los rescatistas, cuando alguien se está ahogando, yo creo que en esta temporada es muyimportante pero además también por los incendios, yo creo que hay mucha gente agradecida porque han ayudado mucho helicópteros apagar incendios”.
Por su parte, el Comandante Pérez refuerza esta idea detallando el trabajo que realizan constantemente, “se utilizan las capacidades polivalentes de las fuerzas, en tiempo de paz en operaciones normales, la misión es acercar a los territorios insulares o alejados de la conectividad donde la Marina llega con sus medios a efectuar este efecto de unión del país, acercar a las zonas más aisladas, participando en rodas médicas, llevar y traer enfermos, siendo una tarea gratificante ya que podemos utilizar lo que hemos aprendido para otras capacidades en apoyo a la comunidad en las tareas que tiene dispuesta la Armada”.
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