Operación “Alta Mar”

Bitácora del mayor decomiso de drogas registrado en el país

El decomiso de más de 4 toneladas de marihuana del tipo “cripy”, fue el corolario de una extensa investigación y seguimiento de casi nueve meses, donde el trabajo coordinado de la Policía de Investigaciones y de la Autoridad Marítima, permitió dar un duro golpe al narcotráfico, sacando de circulación un cargamento cuyo avalúo comercial es de 20 mil millones de pesos. Un equipo multidisciplinario de la Autoridad Marítima realizó significativos aportes para el éxito de la misión; entre ellos el Grupo de Respuesta Inmediata (GRI), unidad táctica especializada en labores de interdicción y abordaje de embarcaciones en alta mar, quienes pusieron todas sus capacidades al servicio del éxito de la operación denominada “Alta Mar”. Para el Subjefe del Grupo de Respuesta Inmediata las condiciones que enfrentaba el país exigían que su personal estuviese prestando apoyo a labores de seguridad en diversas reparticiones; por ello, el principal desafío era tener la capacidad de responder de la manera más pronta ante el requerimiento de desplazarse desde Valparaíso hasta el puerto de Coquimbo. Cuando llegó el momento, la moral y ánimo de personal del GRI se evidenció en la disposición de todos por ir voluntariamente al operativo, pero solo fueron cinco los escogidos para viajar hasta el puerto de Coquimbo, en un trayecto de cinco horas, para ponerse a disposición del Gobernador Marítimo, quien les entregó información respecto a detalles de la operación y de inteligencia para entender las condiciones y factores de eventuales riesgos involucrados. La tarea podría resumirse en tres etapas. La primera correspondía a la detención y decomiso de una lancha que eventualmente traería la droga tras realizar el rendez vous. Sin embargo, al realizar el abordaje se comprobó que el encuentro entre las embarcaciones no se concretó, lo que llevó a la segunda etapa, salir a interceptar la embarcación extranjera que se encontraría, según los antecedentes, a 175 millas náuticas de la costa, a la altura de Caldera. Es así como el personal del GRI, de Inteligencia Marítima y de la Policía de Investigaciones abordaron la Lancha de Servicios Generales “Coquimbo” para iniciar una navegación de dos días en procura de hallar la embarcación con el cargamento de marihuana. El apoyo de las unidades aeronavales fue vital, pues permitió identificar la ubicación del objetivo. Una vez en el lugar, el personal de GRI se alistó para realizar la intervención de la embarcación extranjera, que había zarpado desde el puerto de Tumaco en Colombia. Las condiciones de mar eran bastantes adversas, olas superiores a los dos metros y medio de altura no fueron impedimento para el cumplimiento de su labor, la cual se desarrolló sin contratiempos. Al momento de efectuar el abordaje los seis tripulantes, de nacionalidad colombiana, no ofrecieron resistencia; es más, ante la presencia de las unidades navales marítimas y aéreas comprendieron que la mejor actitud era reconocer su participación y el cargamento que transportaban. En una primera revisión se pudo constatar la existencia de cargadores de celulares y vaina de proyectil, indicios de que en la embarcación en algún momento hubo equipos de comunicación y armas, sin embargo las condiciones de mar no permitieron realizar una adecuado levantamiento. Una vez asegurada la embarcación, se solicitó la presencia del personal de Inteligencia Marítima y de la PDI para realizar las pruebas de campo y levantamiento de pruebas. A medida que se efectuaba el retiro de las más de 4 toneladas de marihuana cripy la embarcación se hizo más inestable, a merced del fuerte oleaje y la pérdida de peso o lastre; no obstante, el equipo del GRI supo mantener el control para seguir con la tercera fase de su misión: trasladar de manera segura a puerto, resguardando la vida los tripulantes de la embarcación colombiana. Han pasado ya varios días desde aquel 17 de noviembre, y la posibilidad de mirar con la adecuada distancia los hechos permiten valorar la preparación permanente del personal que, puesto a prueba, demostraron su alto nivel de apresto, profesionalismo y vocación de quienes constituyen el Grupo de Respuesta Inmediata de la Autoridad Marítima de Chile.

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El decomiso de más de 4 toneladas de marihuana del tipo “cripy”, fue el corolario de una extensa investigación y seguimiento de casi nueve meses, donde el trabajo coordinado de la Policía de Investigaciones y de la Autoridad Marítima, permitió dar un duro golpe al narcotráfico, sacando de circulación un cargamento cuyo avalúo comercial es de 20 mil millones de pesos.

Un equipo multidisciplinario de la Autoridad Marítima realizó significativos aportes para el éxito de la misión; entre ellos el Grupo de Respuesta Inmediata (GRI), unidad táctica especializada en labores de interdicción y abordaje de embarcaciones en alta mar, quienes pusieron todas sus capacidades al servicio del éxito de la operación denominada “Alta Mar”.

Para el Subjefe del Grupo de Respuesta Inmediata las condiciones que enfrentaba el país exigían que su personal estuviese prestando apoyo a labores de seguridad en diversas reparticiones; por ello, el principal desafío era tener la capacidad de responder de la manera más pronta ante el requerimiento de desplazarse desde Valparaíso hasta el puerto de Coquimbo.

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Cuando llegó el momento, la moral y ánimo de personal del GRI se evidenció en la disposición de todos por ir voluntariamente al operativo, pero solo fueron cinco los escogidos para viajar hasta el puerto de Coquimbo, en un trayecto de cinco horas, para ponerse a disposición del Gobernador Marítimo, quien les entregó información respecto a detalles de la operación y de inteligencia para entender las condiciones y factores de eventuales riesgos involucrados.

La tarea podría resumirse en tres etapas. La primera correspondía a la detención y decomiso de una lancha que eventualmente traería la droga tras realizar el rendez vous. Sin embargo, al realizar el abordaje se comprobó que el encuentro entre las embarcaciones no se concretó, lo que llevó a la segunda etapa, salir a interceptar la embarcación extranjera que se encontraría, según los antecedentes, a 175 millas náuticas de la costa, a la altura de Caldera.

Es así como el personal del GRI, de Inteligencia Marítima y de la Policía de Investigaciones abordaron la Lancha de Servicios Generales “Coquimbo” para iniciar una navegación de dos días en procura de hallar la embarcación con el cargamento de marihuana. El apoyo de las unidades aeronavales fue vital, pues permitió identificar la ubicación del objetivo.

Una vez en el lugar, el personal de GRI se alistó para realizar la intervención de la embarcación extranjera, que había zarpado desde el puerto de Tumaco en Colombia. Las condiciones de mar eran bastantes adversas, olas superiores a los dos metros y medio de altura no fueron impedimento para el cumplimiento de su labor, la cual se desarrolló sin contratiempos.

Al momento de efectuar el abordaje los seis tripulantes, de nacionalidad colombiana, no ofrecieron resistencia; es más, ante la presencia de las unidades navales marítimas y aéreas comprendieron que la mejor actitud era reconocer su participación y el cargamento que transportaban.

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En una primera revisión se pudo constatar la existencia de cargadores de celulares y vaina de proyectil, indicios de que en la embarcación en algún momento hubo equipos de comunicación y armas, sin embargo las condiciones de mar no permitieron realizar una adecuado levantamiento. Una vez asegurada la embarcación, se solicitó la presencia del personal de Inteligencia Marítima y de la PDI para realizar las pruebas de campo y levantamiento de pruebas.

A medida que se efectuaba el retiro de las más de 4 toneladas de marihuana cripy la embarcación se hizo más inestable, a merced del fuerte oleaje y la pérdida de peso o lastre; no obstante, el equipo del GRI supo mantener el control para seguir con la tercera fase de su misión: trasladar de manera segura a puerto, resguardando la vida los tripulantes de la embarcación colombiana.

Han pasado ya varios días desde aquel 17 de noviembre, y la posibilidad de mirar con la adecuada distancia los hechos permiten valorar la preparación permanente del personal que, puesto a prueba, demostraron su alto nivel de apresto, profesionalismo y vocación de quienes constituyen el Grupo de Respuesta Inmediata de la Autoridad Marítima de Chile.