El OPV 81 “Piloto Pardo”, con puerto base Talcahuano, desempeña labores marítimas fundamentales para el desarrollo de los intereses marítimos nacionales, como lo son la fiscalización de la Ley General de Pesca y Acuicultura y la constante vigilancia de los espacios marítimos nacionales. Sumado a lo anterior, realiza Operaciones de Fiscalización Oceánica fuera de las aguas jurisdiccionales chilenas, cumpliendo lo adscrito en el Tratado de Nueva York.

El apoyo de la seguridad a la navegación es una tarea que el Pardo ha desempeñado en diversas ocasiones, prueba de ello es el apoyo al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), levantando boyas “Watchkeeper” para realizar mantención y recuperando la boya “Dart” al garete en cercanías de Constitución, boyas que entregan información vital de meteorología y estado de mar a los navegantes que surcan las aguas del estado ribereño chileno.

Las Operaciones de Vigilancia Oceánicas resaltan las capacidades de operación que tiene el buque, como lo son las operaciones marítimas de abordaje para efectuar fiscalización pesquera en la Zona Económica Exclusiva, la operación con aeronave utilizando como plataforma la unidad, la capacidad para realizar rescates y asistir operaciones de Búsqueda y Salvamento Marítimo, como también la de rescate de náufragos.

Estas numerosas actividades y comisiones no se habrían podido completar sin contar con personal profesional, eficiente y motivado, manteniendo siempre en alto el espíritu de sacrificio, entusiasmo y amor a la patria.

Para el Comandante de la unidad, Capitán de Fragata Ricardo Camacho, “el trabajo realizado por del buque demuestra el nivel de entrenamiento alcanzado por la dotación y principalmente su compromiso e identificación con la misión y tareas del ámbito marítimo que son asignadas a la unidad”.

Mística abordo

Para su Segundo Comandante, Capitán de Corbeta Alfonso Torres, “el haber sido designado como el primer segundo comandante del escalafón ejecutivo del OPV ‘Piloto Pardo’ ha llenado de   satisfacción mi carrera profesional, en primer lugar por lo importante del cargo de y que la Marina me haya dado la oportunidad de liderar, durante más de 30 meses, a un grupo de personas con una alta moral combativa, resiliencia y ganas de cumplir con todas las tareas que se nos encomiendan. El Pardo tiene mística; primero, por ser herederos de un nombre tan querido para la institución y, segundo, porque todos los miembros de la dotación nos recogemos, día a día, felices a cumplir con nuestra labor”.

Después de 28 años de marina y trabajando principalmente en el área técnica propia de su especialidad de Mecánico de Máquinas y después de haber ejercido por varios años como inspector técnico e inspector vibroanalista, para el Suboficial Mauricio Bahamondes “es un honor ejercer el cargo de condestable de esta unidad, que cumple roles marítimos en los que nunca había participado y del mismo modo conocer la importancia de custodiar los intereses marítimos nacionales y contribuir con la salvaguarda de la vida humana en el mar”.

El Cabo 2° L Matías Fuentealba, durante su carrera, ha estado ligado a reparticiones terrestres, tanto en Capitanías de Puerto como en Gobernaciones Marítimas, “por lo que el transbordo al OPV ‘Piloto Pardo’ significó un gran desafío personal, ya que mi única experiencia embarcado hasta el momento había sido en el crucero de instrucción del buque Escuela Esmeralda”.

“En un principio no me acostumbraba a ausentarme y dejar a mi señora en casa, pero su apoyo y comprensión forman parte primordial de este nuevo proceso. El trabajo en equipo y la buena camaradería abordo ayudan a que todos seamos unidos y así saquemos adelante las tareas a realizar. Sin duda todo esto me insta a seguir creciendo profesional y personalmente, efectuando funciones en mi área, que comprenden el control del tráfico marítimo y fiscalización pesquera en aguas jurisdiccionales”, reflexiona.