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Suboficial Mayor IM Marco Vásquez Gaete
“Hay que prepararse para la guerra para poder realizar misiones de paz”
Todos los niños tienen sueños sobre qué quieren ser cuando grandes. Marco Vásquez quería ser Infante de Marina. No recuerda cuándo, cómo ni por qué le nació esa vocación, pero siempre la tuvo muy clara.
"Tengo dos tíos que fueron Suboficiales Mayores de la Armada. También tengo un primo que fue de Ejército. Pero yo siempre quise ser Infante de Marina. Mis tíos me preguntaban ¿por qué?, siendo que en el ámbito naval hay más posibilidades; pero siempre tuve la intención de ser un soldado de mar. Afortunadamente se me dio, después de varios intentos", explica, quien hoy, a sus 51 años y con 34 años de servicio a su haber, es el Suboficial Mayor más antiguo de los Infantes de Marina de la Armada de Chile.
Oriundo de Curicó, ingresó con 17 años a la Escuela de Grumetes. Después del segundo año de egresado optó por una especialidad. Se convirtió en Mecánico. "Mi especialidad es Mecánico y los mecánicos no podían tener como subespecialidad la de Comandos. Fui el primer Mecánico que se transformó en Comando. Soy un agradecido de la vida. Tuve la oportunidad de dar las pruebas y me fue bien", explica.
Actualmente se encuentra desplegado en Haití, en la ciudad de Cabo Haitiano, como parte del Contingente Nacional Militar que forma parte de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas (MINUSTAH). Es su tercera comisión en el país caribeño, pero esta vez las responsabilidades son mayores. En esta ocasión le tocó ser el más antiguo de la Gente de Mar que integra el Batallón Chile.
La primera vez que estuvo en Haití fue en 2009. Ya había participado en una misión previamente, en Camboya, durante 1992, pero tenía la intención de volver a ser parte de un desafío profesional de estas características. "En ese momento estaba en una Unidad de Fuerzas Especiales y era un gran desafío participar en las actividades de reconocimiento, después de todo lo que había escuchado de los camaradas que ya habían estado acá".
Para el Suboficial Mayor Vásquez su familia ha sido la piedra angular de su carrera. Su señora Jeannette y sus hijas Catalina (20) y Fernanda (14) son su principal motivación. "Me saco el sombrero por mi familia. En mi segunda venida a Haití, en el 2013, mi señora se enfermó gravemente, incluso estuvo en peligro su vida, pero ella nunca me quiso contar para no perjudicar mi comisión. Supe que estaba grave cuando el médico del Batallón regresó a Chile y me contó el estado en el cual se encontraba. Ella siempre me dio la calma. Eso me cambió también la forma de ver el mundo. Tengo claro que cuando me vaya tengo que dedicarme a mi familia un 100%".
"Cuando ascendí a Suboficial Mayor le dejé bien en claro a mi familia que el sable que recibí es en un 75% mérito de ellas. Mi señora ha sido la principal artífice de mi carrera. De hecho, cuando me vaya retirado, el sable se lo voy a regalar a mi señora, porque ella ha sido mi gran pilar".