Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante
El brazo ejecutor del Estado sobre las aguas nacionales
De una superficie más extensa que el territorio continental, el área marítima nacional es un desafío que permanentemente debe enfrentar el personal de la Autoridad Marítima de la Armada de Chile, controlando el cumplimiento de las leyes nacionales e internacionales; realizando tareas de fiscalización de todas las actividades que en ella se realizan, viéndose diariamente expuestos a situaciones de alto riesgo.
A modo de ejemplo, durante el 2016 se realizaron 10 operaciones de fiscalización fuera de las 200 millas náuticas y un sinnúmero de operaciones superior en aguas jurisdiccionales con el fin de evitar la pesca ilegal. Para tan importante tarea, la Autoridad Marítima cuenta con medios aéreos, marítimos, terrestres y un grupo altamente preparado, el Grupo de Respuesta Inmediata (GRI), para efectuar labores de interdicción marítima a embarcaciones pesqueras que hayan infringido la normativa legal vigente.
Confiando en la capacidad del personal
Para el Director de Seguridad y Operaciones Marítimas, Contraalmirante LT Mario Montejo, una tarea iniciada el 2016, y que debe concluirse el presente año, es la de dotar con todo el equipamiento a una segunda agrupación de respuesta inmediata, que también tendrá base en Valparaíso.
De este modo, la Autoridad Marítima incrementará sus capacidades de rápida acción, gracias al alto grado de alistamiento de este grupo y de la capacidad para desplegarse en cualquier área oceánica.
En este mismo sentido, se destaca la capacitación que ha realizado el GRI al personal de las Capitanías de Puertos, Unidades Navales y Marítimas que realizan labores de Policía Marítima.
De la misma forma, hay un fuerte énfasis en aumentar la capacitación del personal que diariamente cumple tareas en terreno como Policía Marítima y de quienes realizan labores de salvataje como es el grupo de Nadadores de Rescate, personal que ha logrado con éxito rescatar a cientos de personas como fue el caso, del 26 de enero de 2016, cuando el ciudadano japonés, identificado como Jyunichi Hamaguchi, a bordo de un yate menor que se encontraba a la deriva a 400 millas náuticas al sur weste de Punta Arenas, equivalentes a 740 kilómetros, fue rescatado por la Armada de Chile desplegando medios aéreos y marítimos, todos ellos coordinados por la Autoridad Marítima Jurisdiccional.
Inteligencia Marítima: rompiendo los eslabones del delito
Otro hito alcanzado durante el 2016, y que se proyecta al 2017, se asocia a la firma de dos protocolos de entendimiento.
El primero de ellos con la Fiscalía Nacional, principal organismo persecutor del país, el cual con este tipo de acuerdos reconoce a la Autoridad Marítima como una Policía más. Este desafío involucra la transferencia de docencia y con ello un incremento en los estándares de calidad de los procedimientos y competencias del personal.
El segundo protocolo suscrito fue con la PDI, el cual permitirá acceder a información útil para saber si personas que están cumpliendo labores en el área marítima-portuaria cuentan con antecedentes delictuales, registros históricos o causas pendientes.
Del mismo modo, fomenta el intercambio de personal para capacitarse en especialidades que complementan la labor de la Policía Marítima. Similar apreciación tiene el Jefe del Departamento de Inteligencia Marítima, quien destacó como otro hito alcanzado las detenciones preventivas cursadas por los tribunales de justicia gracias a los trabajos de inteligencia realizados por dotaciones de unidades marítimas que cumplen este rol y que permitirá desarticular o afectar a las cadenas de distribución y comercialización de productos en veda u obtenidos en forma ilícita.
Todo este esfuerzo refrenda el compromiso del Director General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, en su condición de Autoridad Marítima Nacional, como brazo ejecutor del Estado de Chile sobre el control de todas las actividades que se realizan en las aguas nacionales, exigiendo el cumplimiento del ordenamiento jurídico en forma oportuna, eficiente y eficaz, a través de su personal y de sus medios aéreos, marítimos y terrestres.