Cumpliendo con el constante compromiso de controlar y preservar las distintas áreas de pesca, el OPV “Comandante Toro”, Unidad dependiente de la Cuarta Zona Naval, navegó hasta la Isla de Pascua, trazado en el cual efectuó fiscalizaciones pesqueras en aguas internacionales.

La Unidad Naval zarpó el 31 de mayo desde el muelle Naval de Iquique, navegando en primera instancia hacia el puerto de Caldera, ciudad en que se embarcó el helicóptero Naval 46, perteneciente al Escuadrón de Helicópteros de Propósitos Generales, para apoyar con las tareas de Policía Marítima.

El rumbo trazado durante los primeros días, contempló la navegación con dirección al área de pesca internacional, sector adyacente a la Zona Económica Exclusiva (200 millas) de las llamadas “Islas Desventuradas”, conformadas por “San Félix” y “Juan Fernández”, donde se explota el calamar gigante y el atún.  

Dando cumplimiento a la Convención de la Conservación y Ordenamiento de los Recursos Pesqueros en Alta Mar en el Océano Pacífico Sur (ORP-PS) y el “Acuerdo de Nueva York”, la dotación del OPV estableció contacto con buques de distinta nacionalidad y procedencia, vigilando la pesca no controlada y no documentada en aguas internacionales, reafirmando como Institución el constante compromiso con la Política Exterior del Estado.

Cabe destacar que dichas navegaciones, además de controlar la extracción de especies en aguas internacionales, tiene dentro de sus objetivos evitar la piratería, tráfico de estupefacientes, entre otros ilícitos que entorpecen la finalidad natural del mar como vía de comunicación y libre desarrollo entre los Estados. 

Isla de Pascua – Sala y Gómez

Ubicadas aproximadamente a 2 mil millas la bahía de Caldera, junto con representar los lugares más alejados de cualquier continente en el mundo, estas son consideradas fuentes reproductoras de especies marinas endémicas (únicas en el planeta), haciendo necesario este tipo de exploraciones por parte de la Armada de Chile, tanto en la Zona Económica Exclusiva como en aguas internacionales contiguas.

El arribo del Patrullero Oceánico a las aguas de Rapa Nui, con el tradicional cruce por el paso “Policarpo Toro”, marcaron el inicio de las actividades de la dotación en el ombligo del mundo, en las que participaron un helicóptero y un avión naval, los que realizaron exploración aeromarítima, tratando de visualizar distintos mercantes y naves no nacionales en alta mar.

El Comandante del OPV “Comandante Toro”, Capitán de Fragata Roberto Fonseca, evaluó positivamente lo desarrollado durante la navegación hacia y en la Isla de Pascua. “Fue una muy buena experiencia volver hacia el territorio insular en Chile, lugares que requieren de una mayor atención por parte de la Armada y que estos buques tipo OPV, por sus características, pueden controlar los espacios marítimos que rodean aquellas islas que se encuentran alejadas del continente. La navegación fue bastante fructífera”.

Asimismo, destacó el desempeño de la dotación durante las tareas efectuadas en la comisión: “El personal del buque siempre demostró estar preparado para enfrentar fiscalizaciones, considerando que nos podríamos haber encontrado con alguna embarcación que estuviera cometiendo un ilícito, para lo cual nosotros nos entrenamos, ante lo cual no nos vimos enfrentados”.

El OPV “Comandante Toro”, luego de pasar unos días por Valparaíso, regresó a su puerto base en la Cuarta Zona Naval, lugar donde preparó durante cinco días su zarpe a un nuevo ejercicio UNITAS.

Capitán de Corbeta Alessandro Pulleghini, piloto del Helicóptero Naval 46

“La principal función del helicóptero, es ser un complemento para el OPV en la exploración, para detectar buques que se encuentran en faenas de pesca en la Zona Económica Exclusiva y en aguas internacionales. Como Piloto Naval es muy gratificante poder ser parte de este selecto grupo de hombres a bordo de nuestros buques de patrulla oceánica, quedando demostrado que el binomio Buque - Aeronave es el complemento ideal para el cumplimiento de la misión encomendada”.