SOM Andrés Bello Lobos

Un Mayor de carrera recta

“Para un especialista en Torpedo y Armas Antisubmarinas, pronto a cumplir 33 años de servicio, ha sido un privilegio pertenecer a este grupo humano, dotado de grandes virtudes y valores al de servicio de la institución”.

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Nunca imaginé las satisfacciones que me entregarían esta especialidad. Una vez graduados de la Escuela de Grumetes como marineros afectos, fuimos trasbordados a diferentes reparticiones o unidades. En mi caso, al DLG “Capitán Prat”, en el cual cubrí como Partida Móvil en la SS.BB. de torpedos conociendo en ese entonces las capacidades de esta arma.

A bordo pude apreciar la camaradería entre los integrantes de la División A/S y los otros especialistas que, día a día, demostraban quién era mejor en una sana competencia, destacando los torpedistas en puestos como patrón de embarcaciones, partidas de maniobra y cualquier otro que se debiera cubrir. Ya se veía la mística que caracteriza a nuestra especialidad, de estar comprometidos y convencidos de lo que realizábamos: donde faltaba un maniobra en alguna unidad a flote estaba presente el torpedista, por ejemplo.

Una vez terminado mi periodo de embarco, el regreso a la Escuela de Armamentos y gracias a mi experiencia vivida a bordo, la especialidad. Terminado el curso, vino mi primera gran satisfacción, ya que fui transbordado a la ciudad de Arica, al CS “Papudo”, unidad de combate netamente antisubmarina en la cual pude aplicar todo lo aprendido en mi periodo de afecto y especialista. Fue allá que conocí a Carolina, mi señora, con quien pronto cumpliré 23 años de matrimonio.

Ya de vuelta en Valparaíso mis destinaciones me darían nuevos logros, como operar en la Escuadra Nacional a bordo del DDG “Williams” y PFG “Condell”, siendo Operador de Combate y Supervisor de Sonar respectivamente. Esto me permitió conocer otras latitudes del mundo gracias a los ejercicios RIMPAC y América 2000, operando con otras Marinas.

Una nueva etapa vendría el año 2005: la incorporación de las fragatas holandesas Karel Doorman, del tipo M, siendo destinado a la fragata “Blanco Encalada”, con un periodo de 4 meses de instrucción operando nuevos sistemas de armas y acrecentando mi acervo profesional con la incorporación de una nuevas tecnologías. 

Con 22 años de servicio a bordo, mi carrera me ha permitido ver cómo ha progresado nuestra área, siendo cada día más compleja y eficiente. Hoy, nuestra especialidad de Torpedista Operadores de Sonar se encuentra en extinción, debido a los cambios académicos y curriculares acorde a los nuevos tiempos, pero los nuevos especialistas Operadores de Sonar y Armas sabrán adquirir esta mística de los Torpedistas Operadores de Sonar, quienes han llevado el prestigio inmortal de nuestras armas submarinas, doquiera templará, nuestra fe de marinos invencibles, Torpedistas chilenos, además.