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Singladura del Almirante - Agosto
Acaba de finalizar RIMPAC 2018, donde la Armada de Chile tuvo la enorme responsabilidad de conducir la componente marítima del ejercicio naval más grande e importante del mundo. Luego de 41 días de despliegue en el archipiélago de Hawái, en Estados Unidos, 250 chilenos, entre el staff de las Fuerzas Combinadas Marítimas, el pelotón IM en la Fuerza de Desembarco Anfibia y la dotación de la fragata Lynch, demostraron la capacidad de nuestra Armada en lo referente a la planificación, conducción operativa y ejecución de un ejercicio de esta magnitud, así como también la enorme flexibilidad que nuestra Armada tiene al momento de asumir los distintos desafíos que se presentan.
Oficiales y Gente de Mar de la Marina se lucieron delante de Armadas de todo el mundo, que formaron parte de RIMPAC 2018, dejando muy en alto el nombre de nuestra Institución y nuestro país. El mando del ejercicio me lo hizo notar de manera muy clara, cuando tuve la oportunidad de asistir, junto con el Ministro de Defensa Nacional, al Pacific Warfighting Center, en la isla Ford en Pearl Harbor, destacando la capacidad de mando, liderazgo y la extraordinaria preparación profesional de los marinos chilenos, desde su Comandante, el Comodoro Pablo Niemann, hasta el Marinero Jaime Salgado, el menos antiguo a bordo de la fragata Lynch. Todos demostraron con creces el profesionalismo y espíritu de los integrantes de nuestra Institución, construyendo así confianzas y relaciones con marinos extranjeros que, no tengo duda alguna, serán de gran utilidad.
Este histórico acontecimiento, además del orgullo que significa, también nos plantea un muy interesante desafío. Llegar a liderar un ejercicio de esta naturaleza es un proceso que implica una preparación que hemos sabido completar de buena manera. Sin embargo, debemos sostener ese esfuerzo y continuar con ese nivel de preparación e incluso mejorarlo. La capacidad demostrada debemos ser capaces de mantenerla e incluso aumentarla, porque las necesidades y las exigencias que hoy nos plantea ser parte de ejercicios de esta naturaleza, son mayores y más complejas. Ese es el desafío que tenemos que llevar adelante, con la tenacidad y el sacrificio que nos caracteriza, así como la habilidad y el estudio asociado, tanto del idioma como de los temas eminentemente técnicos y que marcan la diferencias con otras Marinas.
Al equipo de marinos chilenos que nos representó tan bien en el extranjero, sólo me queda felicitarlos y agradecerles su esfuerzo tan bien hecho. Son un orgullo para la Armada y para Chile. Por ello, les pido que sean generosos con los conocimientos y experiencias obtenidas, que serán valiosas en el proceso de formación de quienes los relevarán en el futuro cercano.
Almirante Julio Leiva
Comandante en Jefe de la Armada