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Condestable Mayor de la Armada, Suboficial Mayor Luis Bustos Miranda
“El personal debe sentirse reflejado en su Condestable Mayor de la Armada”
Recuerdo un día de enero de 1983, cuando estando junto a mis padres y hermanas, justo a la hora de almuerzo, llegó la tan esperada carta donde me aceptaban en la Institución. Fue en ese momento cuando ellos me expresaron su apoyo incondicional y su completa confianza, y que este sería un paso importante en mi vida. Es ahí donde reconozco en ellos, el pilar fundamental en valores y principios que marcarían un camino lleno de aprendizaje y desafíos.
Doy gracias a Dios el tener el apoyo incondicional de mi mujer Gladys y mis tres hijas: Cynthia, Macarena y Francisca. Sin ellas jamás hubiese podido alcanzar mis metas y pararme todas las veces que el camino fue cuesta arriba. Es por eso que con la Institución hay una identificación familiar y de pertenencia, ya sea en la forma de afrontar la vida, en el estilo naval y el arraigo cultural en todas las destinaciones donde he tenido la suerte de servir.
El trabajo en equipo y por sobre todo la mística de la especialidad de Maniobras y sus hombres, fueron el motor que me hicieron decidir por esa senda. Decisión que estoy orgulloso de haber tomado, ya que es una especialidad que obliga a que tempranamente se esté a cargo de grandes tareas y desafíos, las que con el tiempo se fueron sucediendo por responsabilidades mayores, y el máximo de los aprendizajes como es el trato directo con personas.
La suma de estas experiencias, vivencias y errores fue incrementando mis habilidades de liderazgo, que ahora me permitirán ser el nexo entre el mando y el personal.
Después de haber recorrido una singladura de 34 años he tenido el honor de ser designado Condestable Mayor de la Armada, máximo cargo en la carrera de la Gente de Mar, desafío en el cual pondré toda mi experiencia y energía para estar a la altura de tan importante distinción.
Tengo la total convicción que puedo influir positivamente en nuestra gente. Creo que para poder ejercer autoridad hay que saber obedecer y que, con mística y espíritu de cuerpo, se puede conseguir lo imposible. Los agitados tiempos de hoy en día exigen estar preparado, actuar con integridad, poseer moral para poder exigir. Es por esto que tengo total certeza y trabajaré para que la gente pueda sentirse reflejado en su Condestable Mayor de la Armada.