La Armada de Chile está compuesta por varias reparticiones y unidades navales, la mayoría y más conocidas son del ámbito operativo, pero también existen otras que cumplen un papel fundamental para el personal de la institución: una de ellas es la Imprenta, que el 22 de marzo de 2019 cumplirá 120 años al servicio de la Armada y la comunidad naval.

Si lo llevamos a números, se puede llegar a: 7 mil libros anuales, 290 mil ejemplares de revistas, 380 adhesivos para vehículos e insumos médicos, por sólo mencionar algunos de los elementos que produce durante el año la Imprenta de la Armada de Chile.

Una repartición naval que está a cargo de un solo Oficial, y tiene más de 60 servidores entre Gente de Mar y civiles, este año a su mando se encuentra el Capitán de Navío AB Mario Ramírez, quien reconoce que “uno de mis desafíos para el futuro es proyectar la imprenta y darla a conocer a nuestros usuarios, a la comunidad naval, muchos creen que la imprenta se limita a cosas muy simples y no tiene nada de simple, es complejo, nosotros disponemos de maquinaria de alta tecnología y tenemos que actuar y trabajar con estándares de alto nivel. Mantenemos una trilogía muy importante que es seguridad, calidad y productividad”.

El Suboficial fotolitógrafo Fotomecánico Fredy Lagos lleva 29 años en la Institución, y desde 1995 está en esta repartición. “Llegué a la gráfica a través del Servicio Hidrográfico, en ese tiempo Instituto Hidrográfico, ahí cursé los dos años de grumete, posteriormente hice un curso de especialización en fotomecánico, que es el diseño de ahora, para después ser trasbordado a la imprenta “. Una especialidad que estuvo cerrada más de 10 años, lo que hace que en la actualidad trabajen a la par Cabo Segundos recién ascendidos con Sargentos a punto de ascender a Suboficiales, un quiebre generacional que ha sido toda una experiencia, pero sobre todo para quienes componen la imprenta.

En la vereda contraria al Suboficial se encuentra la Cabo 2° Artes Gráficas Jacqueline Rifo, con 27 años de edad comenta que su interés partió en la Escuela de Grumetes: “esta es una especialidad de la que lamentablemente no se habla mucho, porque hay un déficit de contingentes; nos llevaron a la Imprenta de la Escuela y ahí nos enseñaron cosas que para nosotros no tenían importancia, las vimos y nos dimos cuenta que “la pega” es potente, de ahí nació el interés, después llegué a cursar al SHOA, y hace un año aproximadamente llegué acá”.

Respecto al trabajo que realiza con sus pares mayores comenta que “la verdad es que acá en la imprenta somos más un equipo de trabajo, porque nuestra dedicación diaria es la productividad, entonces acá trabajamos a la par, si bien hay Sargentos o en cada sección hay un encargado de algún trabajo, al final todos trabajamos de la misma forma por un bien común”.

En este grupo de trabajo también hay civiles, entre ellos Paula León, diseñadora gráfica, quien lleva “poco más de 5 años trabajando en esta misma área”. Llegué haciendo mi práctica y me quedé trabajando. Al principio el tema de la Armada me asustó, pensé que todo iba a ser más “cuadrado” pero esta es un área bastante lúdica, y se hacen trabajos de toda índole, desde formularios que son muy básicos, que están muy normados, hasta ahora que estamos en el año del bicentenario y se están tratando de hacer cosas más llamativas, con más color”. 

Algo desconocido al interior de la institución es la modernidad de la Imprenta, la cual es conocida en el mundo civil, lo que comenta Paula. “Desde la universidad en un comienzo nos dijeron que éste es uno de los primeros talleres gráficos que había en la región, en Chile incluso, la parte técnica de los trabajos están muy bien realizados, lo que hay detrás está bien considerando por los que están en el mundo civil”.

Información que el Suboficial Lagos refuerza, comentando que “hay que considerar que la Imprenta a nivel de la región va la vanguardia en la tecnología en temas de diseño, desde un principio hemos trabajado con las marcas más reconocidas a nivel computacional y en cuanto a la encuadernación también nos hemos ido modernizando, ha sido un quiebre tremendo respecto a la imprenta que yo conocí hace 20 años atrás, donde el trabajo era todo manual, donde se trabajaba con cola caliente y las personas trabajaban con overol y chalas. Es algo anecdótico, ahora todos uniformados, ya nos sentimos parte de la marina, no como aquellos años en que nos sentíamos como una empresa civil”.

Palabras a las que se suma la Cabo Rifo, quien también invita a la comunidad naval a conocer el trabajo que realizan: “yo creo que nadie se imagina el trabajo que se hace acá en silencio y la calidad de profesionales que hay, comenzando en el primer proceso en que parte el diseño; esto es una cadena, toda la Imprenta trabaja en equipo, no es una sola área que se enfoca o que brilla, acá brillamos todos juntos, desde la gente de venta hasta los que hacen el aseo, acá es todo una cadena impresionante de apoyo, todo un equipo”