Servicio de Bienestar Social

Apoyos de vida a las familias navales

A consecuencia de la difícil situación que afectó a nuestro país a mediados del mes de octubre, el Bienestar Institucional redobló los esfuerzos y trabajó con toda la capacidad y profesionalismo, para dar apoyo a los grupos familiares del personal naval. Ello con el propósito de brindarles la tranquilidad necesaria para dedicarse en un 100% a las obligaciones propias del servicio, confiados en el soporte Institucional.

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Tras los graves disturbios e incidentes registrados en el mes de octubre en nuestro país, que llevaron a las autoridades a decretar Estado de Emergencia y toque de queda en varias regiones, la Institución, a través del Servicio de Bienestar Social, actuó inmediatamente para brindar los apoyos necesarios al personal naval, especialmente a aquellos que realizaron una intensa labor para prestar resguardo, ayuda y seguridad a todos los chilenos.

Es así como se redoblaron los esfuerzos y se trabajó con toda la capacidad y profesionalismo, para atender prontamente sus necesidades y requerimientos, reafirmando el compromiso que el Bienestar Institucional existe para darles tranquilidad y seguridad a los hombres y mujeres de mar que sus familias cuentan con los servicios y apoyos de vida que necesitan.

Jardines Infantiles y Salas Cuna

En la tarea de brindar asistencia educacional a los hijos de la Familia Naval, los jardines infantiles y salas cuna dependientes nunca cerraron sus puertas, funcionando con normalidad para recibir a los niños y entregar una atención asistencial, de lunes a domingo, en jornada diurna y nocturna, con seguridad y bienestar. Los requerimientos especiales fueron atendidos en virtud de las demandas de los grupos familiares, lo que permitió ampliar la cobertura en cada centro educativo.

Además, motivados por la preocupación y el bienestar de los niños, se organizaron actividades de recreación e integración, como el caso de la Primera Zona Naval donde el Centro de Rehabilitación “Dalegría” y el Jardín Infantil “Los Delfines” desarrollaron juntos una mañana de baile entretenido.

Asimismo, y considerando la importancia de la salud mental para el buen desempeño en las actividades laborales y cotidianas, los profesionales del Centro Dalegría organizaron una jornada de autocuidado con el personal de los centros educativos dependientes del Departamento de Bienestar Social Valparaíso, oportunidad en la que les enseñaron técnicas prácticas para el manejo de estrés y ansiedad en el trabajo y en el hogar.

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Colegios Navales

Con el principal objetivo de resguardar la seguridad de los alumnos, personal docente,  administrativo y de apoyo, los colegios navales, ubicados en Talcahuano y Viña del Mar, adecuaron sus actividades docentes y jornadas de trabajo, acorde a la situación que se vivía día a día en las respectivas ciudades. No obstante, el Colegio Arturo Prat a contar del 23 de octubre atendió, al igual que los jardines infantiles, a través de su área pre básica, para satisfacer las demandas de las familias navales.

Orientaciones para acompañar en situaciones de crisis Dado el contexto social se consideró fundamental compartir con la Familia Naval, estrategias que pudieran ser ayuda para prestarles apoyo y contención a niños y jóvenes. Para ello se difundió a través de los canales institucionales, material de ayuda que permitiera a los padres explicarles, en palabras sencillas, lo que estaba ocurriendo en nuestro país.

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Apoyo Social a las familias del personal desplegado

Con el fin de entregar los respaldos necesarios, las profesionales de los servicios de asistencia social se movilizaron con urgencia para registrar las necesidades específicas del personal y su grupo familiar, y así reforzar las redes de apoyo y educar en relación a los estados emocionales que se dan en situaciones de estrés. En el caso de la Segunda Zona Naval, se efectuaron visitas domiciliarias a las familias del personal naval y de Infantería de Marina desplegado para salvaguardar la seguridad de la población.

El propósito fue aplicar una ficha social para realizar un catastro inicial que reconociera las necesidades más urgentes y así, posteriormente, realizar una intervención y ejecutar las tareas de contención emocional, dado el nivel de factores estresores. Asimismo, en la Cuarta Zona Naval, también se realizaron talleres de contención, como procesos de ayuda para que los grupos familiares pudieran ir recuperando el equilibrio después de los incidentes.