Singladura del Almirante - Mayo

En el Mes del Mar, Chile entero pone sus ojos en el vasto territorio marítimo en el cual posee derechos y obligaciones y que nos confiere el título, más que merecido, de país marítimo. A lo largo y ancho de la costa de Chile, la Armada tiene un irrenunciable compromiso con todos nuestros compatriotas y que en plena celebración del Bicentenario de la Institución, se reafirma una vez más: somos la expresión legal de Chile en el mar, así como también nos erigimos como sus principales custodios, adquiriendo la obligación de salvaguardar la vida humana en el mar, además de cumplir de manera irrestricta con lo que la Constitución y las leyes nos demandan.

Desde siempre, la Armada ha sido conformada por hombres y mujeres que nos hemos preparado toda la vida para cuando la Patria nos requiera, de cualquier manera que ésta sea. Tanto en labores operativas, de ayuda humanitaria o en actividades militares o administrativas, quienes tomamos la decisión de formar parte de esta increíble institución somos, y lo puedo decir con certeza y orgullo, primus inter pares, eso es, primeros entre nuestros iguales. El reconocimiento diario que toda la comunidad expresa hacia sus marinos, es gracias al esfuerzo de cada uno de ustedes en representar a la Institución, siempre de la mejor manera, con presteza, una notable vocación de servicio público y, sin duda alguna, con un profesionalismo a toda prueba.

En mayo, Mes del Mar, ustedes son la Armada. En cada marino de uniforme, la ciudadanía mira a los héroes que nos antecedieron y espera de ustedes la misma valentía y sacrificio. Esa es la mayor responsabilidad que todos asumimos al momento de egresar al Servicio Naval y nunca debemos olvidar que somos marinos las 24 horas del día, en todo lugar y en toda situación. Siéntanse orgullosos de ser parte de una Institución que por dos siglos, ha servido fielmente a los más altos intereses de la Nación, de tal manera, que hoy, cuando justamente cumplimos doscientos años, todo el país nos recuerde y agradezca los sacrificios y constantes desvelos.