La Asociación Internacional de Contratistas de Buceo (ADCI) nace en el año 1968, fundada por un grupo de compañías de buceo sin fines de lucro que promueve y difunde el buceo comercial, adoptando estándares seguros para los buzos comerciales que forman parte de esta industria.

La organización ha prosperado con más de 600 compañías (escuelas asociadas, proveedores, comunidades empresariales, educativas y médicas), apoyando a más de 40 países de todo el mundo. Su misión radica en brindar estándares de consenso internacional de ADCI para buceo comercial y operaciones subacuáticas con la finalidad de dar a conocer una aplicación segura de las mejores prácticas que lleva a cabo la industria.

Con el objetivo de velar por la vida humana en el mar territorial de Chile, la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR) ingresó como miembro soporte a la Asociación Internacional de Contratistas de Buceo (ADCI) el 17 de noviembre del 2014.

Obtener una membresía de éstas es muy importante, ya que los miembros se comprometen a cumplir al pie de la letra los requisitos de las diferentes reglamentaciones dispuestas; por mencionar algunas, la ética comercial, vinculación con los trabajadores y las relaciones con los clientes.

Membresía DIRECTEMAR - ADCI

De acuerdo al Jefe del Departamento de Buceo Profesional y Deportes Náuticos, Capitán de Corbeta LT Sebastián Herrera, pertenecer a la ADCI “ha sido enriquecedor y de gran provecho para abordar los temas del buceo profesional por parte de DIRECTEMAR, donde los altos estándares de ADCI son un aporte técnico, eficiente y vanguardista que permiten a la Autoridad Marítima tener una mirada holística de la realidad y problemática del buceo profesional extrapolándola al ámbito nacional. Lo anterior, se traduce en una oportunidad de mejora para la normativa del buceo en Chile, a través de la incorporación de ciertos estándares de ADCI a las políticas públicas marítimas y normativas que elabora la DIRECTEMAR al respecto”.

A contar del 2016, la DIRECTEMAR comenzó a participar activamente en las reuniones anuales denominadas Capítulo Latinoamericano y del Caribe de ADCI, donde los actores involucrados intercambian experiencias para estar a la vanguardia tanto de la seguridad como así también de los elevados estándares del buceo comercial en toda América Latina, junto con sus pares de Centro y Norteamérica.

“En términos generales, estamos afiatados en una alianza de trabajo conjunto para incorporar algunos de sus estándares al próximo cambio del Reglamento de Buceo para Buzos Profesionales del país, trabajo mancomunado que incluye a otros organismos del Estado a nivel central competentes en el tema; esto es independiente de la constante participación en seminarios nacionales tanto de seguridad en el buceo como internos de DIRECTEMAR para personal de las Autoridades Marítimas Locales”, señaló el Capitán Herrera.

“Desde hace varios años que hemos ido desarrollando una relación de confianza con DIRECTEMAR, participando en una serie de mesas de trabajo y asesoramiento continuo de manera de poder traspasar las mejores prácticas en seguridad de la industria submarina internacional a la realidad de Chile. En el cambio de reglamento de los años 2014 y 2015 participamos activamente, logrando modificaciones importantes para el trabajo seguro de los buzos profesionales comerciales en nuestro país. Además, es importante recalcar que las normas internacionales de buceo comercial y operaciones submarinas de ADCI fueron la base técnica reconocida por DIRECTEMAR como fuente de referencia para ese cambio reglamentario que elevó los estándares del buceo en Chile”, comentó el Presidente de ADCI Chile, Claudio Castro.

“Creemos que la reglamentación que fiscaliza DIRECTEMAR debe ser modernizada sobre la base de mejores prácticas de la industria, de acuerdo a normas y/o estándares seguros internacionales. Del mismo modo, debemos continuar perfeccionando al personal que fiscaliza el buceo en las Autoridades Marítimas Locales”, indicó Castro, refiriéndose a la creciente actividad submarina tanto en la salmonicultura de la Macrozona Sur como en los proyectos de la gran minería de la Macrozona Norte del país, los cuales generarán gran cantidad de faenas de buceo comercial.