Singladura del Almirante - Noviembre

Hace unos días, dimos la bienvenida al submarino Simpson, que arribó a Chile luego de permanecer 142 días fuera de puerto base, participando en el ejercicio DESI 2018 (Diesel Electric Submarine Initiative), junto a la Armada de los Estados Unidos, en las aguas del sur de California. Acompañados por el Ministro de Defensa, pudimos comprobar, en las palabras de su Comandante y en el sentir de la dotación, el profundo compromiso y profesionalismo demostrado en el exitoso paso de la Unidad por aguas norteamericanas, donde entrenaron junto a la marina norteamericana, con los más altos estándares y una elevada exigencia operativa.

Así como lo es DESI, hay diversas instancias internacionales donde la Armada participa de manera destacada. Tanto en el área de operaciones como en lo logístico, lo marítimo y lo jurídico, la Marina es una animadora constante de los distintos ejercicios combinados, foros, simposios y organismos intergubernamentales del ámbito naval y marítimo, en el bien entendido que buscamos aportar de manera concreta en las distintas discusiones sobre temas navales, como así también nos nutrimos de las distintas experiencias que otras marinas nos entregan en esos ámbitos.

Con una de las costas más extensas del mundo, Chile tiene una responsabilidad fundamental en el Pacífico. Debemos seguir siendo protagonistas en todos los ámbitos de decisión que ocurran en este vasto océano, porque es nuestro presente y nuestro futuro. Por ello, la presencia de la Armada en el ámbito internacional, específicamente en la cuenca del principal océano del mundo moderno, no sólo es necesaria, sino que imperiosa. Una de las áreas de misión de la Marina es apoyar la proyección de los intereses de Chile hacia el exterior, por lo que tenemos un firme compromiso en cooperar activamente con la Política Exterior del Estado de manera concreta y con resultados visibles.

Todo lo anterior se sustenta en dotaciones formadas, preparadas y entrenadas para asumir esa responsabilidad. Es impensado creer que Chile asumiera los distintos liderazgos internacionales que hoy tiene, por mera casualidad. Es el resultado de proceso de formación integral de nuestras dotaciones, que ha llevado a la Institución a lo que hoy somos y mostramos al mundo. Por ello, se torna fundamental que mantengamos ese track, con el mismo entusiasmo que nos llevó a estar en una posición de privilegio a nivel internacional y no debemos dejar que decaiga. Exige una cuota mayor de esfuerzo y sacrificio, pero sin duda que los réditos que tienen, tanto a nivel profesional como personal, merecen la pena.

Almirante Julio Leiva Molina

Comandante en Jefe de la Armada