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Suboficial Mayor Hugo Sepúlveda
“Esta condecoración me llena de orgullo”
El Gobierno de Brasil, a través de la Agregaduría de Aeronáutica, otorgó la Condecoración “Bartolomeu de Gusmao” al Suboficial Mayor Sepúlveda en reconocimiento a los valiosos servicios otorgados a la Fuerza Aérea de Brasil en el combate de los incendios forestales ocurridos en la Octava Región, siendo el primer marino chileno en obtenerla.
Ingresé a la Armada de Chile a los 16 años de edad, proveniente de una familia que nos inculcó férreos valores, integrada por mis padres, el Suboficial IM Luis Sepúlveda y Leticia Garrido. Soy quinto hermano que abrazó esta hermosa profesión que es servir a nuestra patria a través de la Armada. Pasaron los años y tuve la dicha de conocer a mi esposa Laura, con quien formamos una familia junto a nuestros hijos Hugo, Lillian y Diego, a los cuales agradezco por su amor y en especial a mi compañera por su apoyo incondicional.
La Institución significó para mí la apertura a un mundo nuevo lleno de desafíos y aventuras que sin duda fueron formando mi carácter y me pulieron día a día. Pude sostener a paso firme mi estadía en la Institución, tuve la dicha de servir como especialista Escribiente y posteriormente como subespecialista en Inteligencia Naval, subespecialidad que me amplio aún más lo ya conocido y en donde me entregaron las armas para desempeñarme en áreas de análisis y producción de inteligencia, herramientas que sin duda contribuyeron significativamente al desarrollo profesional y militar durante toda mi carrera naval.
El 2016 fui ascendido al grado de Suboficial Mayor, el que luzco con orgullo y responsabilidad, tarea que es la más difícil, ya que representa el esfuerzo y dedicación para con los subordinados y también un ejemplo a seguir por ellos.
En 2017 cumplí una de las actuaciones y desafíos más importantes de mi carrera cuando fui designado por parte del Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval como Oficial de Enlace de los Aviones Hércules pertenecientes al Primer Escuadrón de Transporte de Tropa (1º GTT) de la Fuerza Aérea de Brasil, unidades aéreas que participaron activamente en la emergencia nacional ocurrida en la Octava Región en ocasión de los Incendios forestales que devastaron nuestra región durante ese verano.
Dicha tarea desde un principio fue demandante, pero movido por un sentimiento de compromiso y también de dolor, al ver que la región se consumía por los constantes incendios, me motivaron a dar mucho más de mí. Al comienzo me tocó recibir a las dotaciones, no había nada, sólo las ganas de hacerlo bien, pero paso a paso se pudo levantar un puesto de mando y consolidar el apoyo logístico necesario para la operación de las aeronaves. En dicho puesto de mando operaban bomberos que me entregaban el suministro vital, CONAF entregando las coordenadas para los ataques de los incendios y el apoyo de aeronáutica civil: con estos tres componentes se pudo entregar órdenes claras a las aeronaves para el ataque en lugares comprometidos por los incendios.
Fue así que en un momento crítico se pudo salvar Pingueral y sus alrededores, lugar que se encontraba rodeado por los incendios y cuyos habitantes solicitaban el apoyo inmediato de bomberos por la gravedad del asunto. Motivados solo por el deseo de cumplir con cada misión se operó entre las 0500 a las 2300 horas durante el tiempo que duró la emergencia, no parando en ningún momento y cumpliendo entre 13 a 18 misiones diarias, con un 95% de efectividad.
Un compromiso así, considerando las circunstancias que se vivían, debe ser asumido con gran responsabilidad y dando el máximo de las capacidades, incluso de la familia, que no estando en el área de operación brindaban el apoyo requerido.