Ser Marino es ser un hombre feliz

Imagen foto_00000001Originario del sector costanera de Concepción, soy de familia muy humilde pero muy feliz. Con el cariño de mis padres y estudio, logré llegar a la enseñanza media e ingresar a la Armada.

En la Marina, logré efectuar todo lo que me propuse, cursar la especialidad de Mecánico Electrónico Control de Fuego, y con ello efectuar mantención y operar sistemas de armas modernos y letales, navegar muchas veces en Buques de Guerra por todo nuestro extenso litoral; ascender desde Grumete hasta el grado de Suboficial Mayor y finalmente, ser designado por el Comandante en Jefe de la Armada como Condestable Mayor de la Armada.

Con más de 19 años de embarco, fui dotación en diferentes Unidades de la Escuadra, Lanchas Misileras y el Buque Escuela "Esmeralda". Sin embargo, uno de los recuerdos que marcaron mi vida en la Armada, fue el paso por las Lanchas Misileras, tanto en la Zona Norte como en la Zona Sur, donde tuve el privilegio de servir. En ellas, como Marinero o Cabo tienes que ser un gran profesional, encargado de modernos sistemas, ser autodidacta y resolver fallas muchas veces en puertos donde no tienes más apoyo que tu ingenio, un café y algún carreta de otro cargo que te ayuda. Efectuar maniobras en todo lugar, a toda hora, en todo tipo de clima, donde tu temeraria y vigorosa juventud aportan el éxito de las maniobras. Aquí fue donde comprobé que ser marino es ser un hombre feliz.

Como soltero, fui un marino como los del poema Farewell de Pablo Neruda: "En cada puerto una mujer espera, los marineros besan y se van". Lo anecdótico es que conocí a mi mujer en la casa de mis padres en Concepción. Mi amada señora Ligia; mi compañera, aquella que me aconseja, que me coloca los pies en la tierra cuando el ego te nubla la razón. Amor incondicional, gracias por estar conmigo.

Como Condestable Mayor de la Armada, me planteé tres principales objetivos: apoyar y ayudar a todos los marinos y familiares directos que presentan problemas médicos; aconsejar e incentivar a nuestra Gente de Mar joven a cumplir con sus deberes y obligaciones cada día mejor; finalmente, ser un enlace entre nuestro Alto Mando Naval y las inquietudes de nuestra Gente de Mar, con el objetivo que sean analizadas y en forma gradual, resueltas.

Rescataría de esta experiencia y cargo, el cariño y aprecio que tiene la Gente por su Condestable Mayor de la Armada. Siempre muy atentos en apoyar la gestión de este Suboficial Mayor.

Aconsejo a mi relevo que, junto a todos los Suboficiales Mayores, haga una gestión fundamentalmente preocupada a la gente joven, en ocasiones con una simple gestión y con mínimos recursos, se puede mejorar la calidad de vida de la Gente de Mar y con ella llegar a tener una Marina feliz y cercana.

Agradecer a nuestro Comandante en Jefe de la Armada por haberme designado como Condestable Mayor de la Armada durante este año. Espero con mi esfuerzo, haber sido un aporte a su gestión. Fue una gran satisfacción poder acompañarlo en sus visitas a las Zonas Navales y verificar en terreno todo lo que la Marina está haciendo por el personal.

Agradecer a todos los Oficiales y personal de Gente de Mar de la Secretaría General, Estado Mayor General y Dirección de Comunicaciones de la Armada, que siempre estuvieron atentos para apoyarme en toda consulta y requerimiento durante mi gestión.

Finalmente, reconocer a todos los Oficiales y Gente de Mar que trabajamos juntos durante toda mi Carrera Naval. Algunos grandes referentes, otros grandes apoyos que con ellos logramos llevar y cumplir nuestra tarea y hacer la marina más grande.


Mario Rojas Muñoz
Suboficial Mayor
Condestable Mayor de la Armada