Suboficial Mayor PROF. Sheilah Pozo, Centro de Atención Primaria de Salud Valparaíso

“Deben sentirse orgullosos de pertenecer a una rama de las Fuerzas Armadas”

Imagen foto_00000001En un comienzo lo que me apasionaba era la Biología Marina, pero por mi madre me enteré que existía un sistema de ingreso para mujeres en la Armada, las que se desempeñaban en los hospitales y clínicas dentales. Lo que más me entusiasmó del ingreso a esta Institución, fue que podía tener un estilo de vida y estudio diferente para una joven de mi edad. Con el pasar del tiempo y gracias a la formación que me dieron mis padres comencé a amar lo que hacía y me enseñaron que el éxito profesional, se basa en la pasión por la profesión que estaba desarrollando.

Durante casi 30 años de servicio me he desempeñado en diferentes reparticiones como: el Hospital Naval Almirante Nef, Hospital de las Fuerzas Armadas Cirujano Guzmán, Medicina Preventiva y la Central de Atención Primaria de Salud de la Armada.

Como todo personal de Sanidad Naval, pasé por muchos puestos y cargos y en cada uno de ellos dejé inolvidables recuerdos, en donde di mis mejores esfuerzos para conformar equipos de trabajo consolidados, teniendo siempre en cuenta la atención cálida y oportuna, demostrando la excelencia en la formación profesional que recibimos en nuestras escuelas matrices .

Para mí, ser Suboficial Mayor es una distinción que me llena de orgullo y satisfacción, agradezco haber podido consolidar un rol fundamental llegando al tope de la carrera de Gente de Mar.

El pasado 9 de marzo, en una ceremonia de conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, en la plaza de la Ciudadanía, recibí un reconocimiento por parte de su Excelencia, la Presidenta Michelle Bachelet Jeria, y el Ministro de Defensa, José Antonio Gómez Urrutia, por mi trayectoria en las Fuerzas Armadas y por haber abierto caminos para que más mujeres puedan ser reconocidas por sus múltiples tareas, ocupando así, un merecido lugar dentro de la Institución.

De esta experiencia, lo que rescato es el haber sido reconocida por la Institución, gracias al trabajo y dedicación durante estos 30 años de carrera, donde para tener éxito principalmente hay que hacer una labor que a uno lo motive, disfrutando el trabajo y considerándolo importante en donde te esfuerzas por ser cada día más responsable, organizada, dedicada y vivir tu labor como una verdadera vocación de servicio. Es importante mantener una actitud positiva ante la vida y ante la tarea encomendada para contribuir al correcto devenir de la Institución, en donde no basta hacer un buen trabajo, sino hacerlo bien, para contribuir al progreso de ésta.

Aprovecho la ocasión para destacar y agradecer las muestras de aprecio y saludos, que he recibido por parte de las personas con las que me ha tocado compartir en mi carrera naval.

En esta singladura, el apoyo de la familia ha sido fundamental, desde mis padres que veían con orgullo que perteneciera a la Armada y posteriormente mi esposo, con quien nos hemos apoyado mutuamente desde que nos casamos, compatibilizando el servicio y la familia.

A los más jóvenes me gustaría decirles que la carrera de armas que han elegido está basada en principios, tradiciones y valores que los transforman en profesionales de excelencia, que deben sentirse orgullosos de pertenecer a una rama de las Fuerzas Armadas, la que pone a su disposición un abanico de posibilidades en las cuales pueden especializarse.