Ingenieros Navales
127 años al servicio de la Armada de Chile
A través de más de un siglo de historia de la Armada de Chile, lo que hoy se conoce como Ingeniería Naval es la larga evolución de varias especialidades.
El 3 de julio de 1889 marca el comienzo de la especialidad de Ingeniería Naval con la creación de la Escuela de Ingeniería Mecánica, a cargo de los ingenieros Leandro Alvial y Juan Wright.
Con el pasar de los años y el avance de la tecnología, la Ingeniería Naval continuó su desarrollo, abarcando otras áreas del saber y fue así como en 1929 se formó la Escuela de Telecomunicaciones que posteriormente, se convertiría en la Escuela de Telecomunicaciones y Electrónica, la cual no sólo sería responsable de las primeras comunicaciones inalámbricas que se desarrollaron en Chile, si no que daría origen a una nueva ingeniería a nivel nacional, la Ingeniería Naval Electrónica que fue la cuna de la Ingeniería Electrónica en todo el país.
La Ingeniería Naval no detuvo su evolución y continuó incorporando nuevas áreas de la ingeniería, siendo así como en 1940 se crea la Escuela de Máquinas y Electricidad, distinguiendo a los Ingenieros Navales Mecánicos de los Ingenieros Navales Electricistas, la que finalmente en 1958 pasaría a denominarse Escuela de Ingeniería Naval, concentrando las distintas áreas de la Ingeniería Naval.
En la actualidad, la Academia Politécnica Naval es la encargada de formar a los ingenieros de la Institución. En ella, no sólo se dictan las tradicionales carreras de Ingeniería Naval Mecánica, Ingeniería Naval Eléctrica, Ingeniería Naval Electrónica e Ingeniería Naval en Hidrografía y Oceanografía, sino también carreras de Ingeniería en Sistemas Navales y carreras técnicas de nivel superior.
"El proceso de formación de los ingenieros es un interesante desafío para la Academia Politécnica Naval. Contando con un espacio de tiempo y recursos acotados, debemos formar los mejores ingenieros que la Armada requiere a su servicio, con particularidades únicas derivadas de la especial carrera profesional en la que se desenvolverán nuestros egresados", comentó el Sub Director Académico e Ingeniero Naval Eléctrico, Capitán de Navío José Carlevarino.
"El Ingeniero Naval es alguien que comprende cómo operan los sistemas instalados a bordo, cómo se relacionan entre sí y cómo obtener de ellos lo mejor para asegurar la mayor contribución a la unidad en pos del cumplimiento de la misión. Es alguien que domina lo técnico, se interesa naturalmente en las materias de su área y da lo mejor de sí para asegurar la mayor disponibilidad y confiabilidad de los equipos", puntualizó.
Desafíos futuros
El progreso de la técnica ha sido siempre un motivo de gran desafío para la especialidad, puesto que se ha debido responder en forma concreta, con la capacidad para operar y administrar nuevos sistemas.
"Hoy la ingeniería no es sólo el diseño, es también (y en la mayoría de los casos) la aplicación de tecnologías emergentes como solución a problemas derivados del envejecimiento u obsolescencia del material, para aumentar la eficacia de las unidades, idealmente sin incurrir en mayores inversiones", comentó el Comandante Carlevarino.
"La imaginación y la innovación son herramientas fundamentales, y éstas se estimulan con el intercambio de ideas y el conocimiento de las nuevas técnicas y aplicaciones que se emplean en la industria, en la búsqueda de nuevas soluciones. Por ello resulta esencial que el Ingeniero continúe durante toda su vida profesional actualizándose y perfeccionándose de manera autónoma, y esa inquietud permanente es la que debemos inculcar en los alumnos", agregó.
Propuesta de postulación de la Academia Politécnica Naval al "Premio Nacional Colegio de
Ingenieros de Chile A.G., versión 2016"
La Academia Politécnica Naval ha querido participar el presente año en el proceso de postulación al "Premio Nacional Colegio de Ingenieros de Chile A.G., versión 2016" que se otorga a la Institución que haya destacado por su trayectoria académica, obras de ingeniería realizadas por sus egresados y contribución a la comunidad.
Lo anterior, no obedece a ningún otro afán que no sea el reconocer el esfuerzo que por años han desarrollado todos aquellos que componen la Academia: el cuerpo docente, los alumnos, los egresados y el personal de planta, los que animados por la tradición de la Ingeniería Naval, han aportado a la especialidad, dejando con ello un ejemplo de espíritu, tesón y compromiso con la Armada de Chile.