Sin duda la labor de las Telecomunicaciones al interior de la Armada de Chile juega un rol preponderante en el quehacer de nuestra Institución; son los encargados de recibir toda la comunicación al interior de los buques y diversas reparticiones, y pese a las millas de distancia, permiten que los mensajes lleguen de manera correcta y oportuna a su destinatario. Además de esto, su rol en la navegación por mares extranjeros y nacionales es primordial, ya que son ellos, a través de las señales luminosas mar adentro o el manejo de banderas que deben izar según cada situación, quienes hacen que los códigos de navegación sean transversales a cualquier frontera e idioma.

La historia de esta especialidad se remonta a un 25 de noviembre de 1904, fecha en que se produjo la primera comunicación inalámbrica entre dos buques de la Armada de Chile, esta se realizó a la altura del Archipiélago Juan Fernández, cuando los cruceros "Errázuriz" y "Esmeralda" protagonizaron una acción pionera a nivel nacional y sudamericano, pocos años después de que se realizara la primera comunicación inalámbrica a nivel mundial en Europa.

Para conocer más acerca de los telecomunicantes visitamos la Fragata "Cochrane" donde el Sargento 2º Carlos Torres y la Marinero 1º Dayane Silva nos contaron su experiencia como comunicantes al interior de un buque, la importancia del trabajo en equipo y sus futuros desafíos.

Con 22 años de servicio, el Sargento Torres dice que su vocación viene de su segundo año en la Escuela de Grumetes donde "en el año de orientado, me tocó la cubierta, ahí fue donde entré en la radio, y me correspondió estar bajo fono y ver que decían, que el telecomunicante es la voz del mando, el que toma decisiones, el poder comunicarme con otras estaciones; todo eso me llamó la atención". En su rol como el comunicante más antiguo a bordo, le ha tocado tomar decisiones importantes y le ha permito proyectarse más allá de lo que pensaba sobre su especialidad, donde descubrió los códigos de banderas y las señales a través de destellos.

Por su parte, la Marinero Silva también señala que su interés comenzó en sus años de grumete, cuando un instructor le habló sobre la especialidad. Su inquietud por trabajar con material "sensible" o confidencial pone a prueba día a día su profesionalismo y eso la apasiona. Aún son pocas las mujeres telecomunicantes al interior de nuestra institución, sin embargo, la Marinero Silva tiene un gran desafío por delante: "Quiero ser la mejor especialista, yo sé que aún me falta y me falta mucho por aprender, pero eso quiero", señala sin titubear.

Ambos, con varios años de diferencia en sus carreras navales, creen que sin duda escogieron bien su especialidad, se sienten satisfechos con el trabajo realizado como equipo y con los desafíos que están por venir. El Sargento Torres seguirá con su rol, ahora en tierra, en la Tercera Zona Naval y la Marinero Silva cumplirá tres años formando parte de la dotación de la Fragata Cochrane.