Septiembre es un mes en que Chile se viste de fiesta, para celebrar nuestro aniversario patrio y de las Glorias del Ejército. Es un mes en que recordamos a nuestros héroes de la Independencia y salen a relucir nuestras tradiciones más queridas. En esa fiesta que es el Mes de la Patria, no sólo tenemos que recordar los hechos que desembocaron en la independencia nacional, sino que debemos centrarnos en quienes, con claridad, convicción y profundo amor a Chile, llevaron adelante un proceso a todas luces difícil, con un alto grado de incertidumbre, pero confiados en que la recompensa valía la pena y que el sacrificio, llegado el caso, era necesario.

Los Padres de la Patria tuvieron la extraordinaria capacidad de encauzar un sentir creciente de los criollos, en el sentido de la autodeterminación como Estado y la libertad como pueblo, logrando aunar esfuerzos en una meta común, como lo fue la ansiada independencia. Ese ejemplo de denuedo, de valentía y de inteligencia nos debe guiar el día de hoy, donde nuestras capacidades profesionales y personales son constantemente puestas a prueba por una sociedad que exige los más altos estándares a su Armada.

Quienes llevaron a feliz término la aventura que se inició el 18 de septiembre de 1810 nos legaron no sólo una gran nación, sino que una obligación, como chilenos y en particular como miembros de la Armada, de continuar su noble tarea de defender a Chile y ser un aporte sustancial en su desarrollo como país. Debemos siempre recordar nuestra historia y quienes fueron los que la escribieron, para no perder el norte que debe guiar siempre nuestro actuar.

Por otro lado, en este mes tan relevante para Chile, celebramos un nuevo aniversario de la especialidad de Cámaras. Nuestros cocineros, mayordomos y panaderos cumplen una labor preponderante en el diario devenir de nuestra Armada, con especial sacrificio y un encomiable espíritu de servicio. Con un prestigio muy bien ganado, nuestros especialistas permiten, con su abnegado trabajo, que se generen espacios de bienestar para todas las dotaciones, tan necesario y relevante para un mejor desempeño a bordo y en tierra, y merecen por ello nuestro reconocimiento y agradecimiento.

La Especialidad de Cámaras es, sin lugar a dudas, de las más queridas por la Marina y su capacidad profesional es también admirada y reconocida por quienes saben de su profesionalismo, ya sea en los eventos protocolares o en el día a día, donde cumplen funciones en estamentos distintos a la Armada.

Debemos sentirnos orgullosos de ellos, no sólo por ese nivel técnico, sino también por el permanente espíritu de servicio, compañerismo, lealtad y profundo sentido del deber que los impulsa, sacrificando horas de descanso y tiempo con sus seres queridos, para el mejor cumplimiento de sus funciones. Mis felicitaciones a todos los que se desempeñan en esa área, por este nuevo aniversario.

Almirante Enrique Larrañaga Martin
Comandante en Jefe de la Armada