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Página del Suboficial Mayor
“Agradezco a quienes me acompañaron en esta hermosa y emocionante aventura de ser Marino”
Postulé a la Armada en 1981, mientras cursaba cuarto año de Enseñanza Media. Ese año también rendí la Prueba de Aptitud Académica, quedando seleccionado para la Escuela de Grumetes y también para la carrera de Licenciatura con mención en inglés.
La escasa conectividad de la época y la lejanía geográfica de mi ciudad natal, permitía que sólo conociera de la Armada cuando los buques llegaban para conmemorar el 21 de mayo en Arica. El patriotismo de mi ciudad, el amor por la carrera de armas y la idea de emprender una nueva aventura, aumentaron mi vocación, permitiendo que un 14 de febrero de 1982 cruzara el portalón de la "Vieja Escuela de Altivos Marineros". Desde esa fecha, cada día trajo nuevas y enriquecedoras experiencias a mi vida, en la que conocí diferentes lugares y lo más importante, compartí con muchos camaradas de quienes aprendí que hay que trabajar día a día, entregando siempre lo máximo de cada uno porque esto es lo que nos gusta hacer.
De aquella época, quedan los mejores recuerdos junto a mis compañeros de promoción. A los instructores, les agradezco sus sabios consejos y enseñanzas, como el Oficial de División que nos recibió en la Escuela de Grumetes y quien fuera el pilar que nos motivaba diciéndonos que la razón de la Armada era la especialidad de las Armas. Me refiero al, en ese entonces, Teniente Artillero Mario Rebolledo Cornejo.
Son muchos los gratos recuerdos después de haber completado casi 18 años a bordo. Llegué a mi primera unidad de combate, el Crucero O'Higgins, en 1984 como Marinero 2° Afecto a Artillero. Posteriormente, al egresar como especialista Artillero Apuntador, fui destinado al DLG Almirante Latorre.
Con la renovación de nuestra Escuadra, me incorporé a las nuevas unidades y tuve el orgullo de formar parte de la primera dotación de la Fragata "Almirante Condell". Al ascender a Suboficial Mayor, me desempeñé como Condestable en la Fragata "Almirante Cochrane". Fue en esos últimos ocho años de mi carrera sirviendo a bordo, donde nuevamente tuve el constante apoyo de mi esposa y mis hijos mientras yo cumplía las diferentes comisiones en un buque de primera línea.
Ahora que me encuentro a poco tiempo de finalizar esta singladura como Condestable en la Escuela Naval "Arturo Prat", lugar donde se requiere la máxima entrega del personal y el trabajo en equipo es tan importante como a bordo, vayan mis palabras a las nuevas generaciones que ya comenzaron su propia aventura, que continúen con perseverancia y den siempre lo máximo. Es de a poco como se logran los objetivos y se superan los retos, hasta llegar al final de sus carreras.
No me arrepiento de haber escogido este desafío personal, agradezco el apoyo de toda mi familia, en especial a mi esposa Viviana, a mis hijos Cristián Eduardo y Yerko Alejandro, quienes por ya casi 35 años, me acompañaron en esta hermosa y emocionante aventura de ser Marino.
Eduardo Lucero Valdivieso
Suboficial Mayor
Condestable Escuela Naval "Arturo Prat"