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Fin del año académico
Temporada de graduaciones
Durante diciembre se llevaron a cabo las ceremonias de graduación de la Escuela Naval “Arturo Prat”, de la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna”, de la Academia Politécnica Naval, y de la Academia de Guerra Naval.
El 16 de diciembre se realizó en el Estadio CAP de Talcahuano, la ceremonia de egreso de 544 alumnos de la promoción 2014 del plantel de la Escuela de Grumetes; ocasión en la que se graduaron 102 Marineros que cursaron las especialidades en Maniobra, Escribiente, Mayordomo y Cocineros, quienes recibieron sus títulos profesionales, premios y realizaron el juramento a la bandera, simbólico acto que fue sellado con el estruendo de una salva.
El Grumete IM Juan San Martín y el Grumete Naval Sergio Quidel, obtuvieron las primeras antigüedades de sus respectivos cursos, sobresaliendo éste último como el mejor alumno de la promoción 2014. En tanto, en los cursos especialistas el primer lugar fue para el Marinero 1º Maniobra Diego Salazar, el Marinero 1º Escribiente Rodrigo Manríquez, el Marinero 1º Mayordomo Rodrigo Aqueveque y el Marinero 1º Cocinero Fernando Velásquez.
Dos días después, se realizó durante la mañana del 18 de diciembre la premiación y graduación de 102 Oficiales y de 566 personal de Gente de Mar, de la Academia Politécnica Naval, en el Patio de Honor del Campus Jaime Charles de la APOLINAV en Viña del Mar. En la ocasión se hizo entrega de la condecoración "Gran Premio Armada de Chile" a la Especialidad Mecánica, que recayó en el Marinero 1° Javier Rivas, mientras que en el caso de la Especialidad Básica, el reconocimiento fue para el Grumete Fernando Velásquez. Del mismo modo, el Marinero 1° Javier Rivas, se hizo merecedor del "Premio Ministro de Defensa Nacional".
Junto a ellos, fueron distinguidos con la Medalla "Cruz de Malta" y el Premio "Ministro de Defensa Nacional" los Oficiales que egresaron con el primer lugar de los cursos de especialidad de Ingeniería en Sistemas Navales e Ingeniería Naval, distinciones que recayeron en el Teniente 2° Ignacio Villarroel y en el Teniente 2° Tomás Carmona, respectivamente.
El mismo 18 de diciembre, en el Auditorio "Almirante Justiniano" de la Academia de Guerra Naval en Viña del Mar, se realizó la graduación del Curso de Estado Mayor 2014, presidida por el Ministro de Defensa Jorge Burgos. La promoción contó con 32 Oficiales de la Armada, dos oficiales extrainstitucionales, provenientes del Ejército y Fuerza Aérea, y cinco oficiales extranjeros provenientes de las Armadas de Alemania, Argentina, Canadá, República de Corea del Sur y El Salvador.
En la ceremonia, el Capitán de Corbeta Sergio Gómez recibió la Condecoración "Cruz de Malta" y el "Premio Ministro de Defensa Nacional" por la obtención del primer lugar de su promoción.
Finalmente, con la presencia de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, y el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Enrique Larrañaga, se celebró durante la tarde del mismo jueves 18 en la Escuela Naval en Valparaíso, la graduación de 96 alumnos que tuvieron su ceremonia de Juramento a la Bandera e investidura como Guardiamarinas.
La promoción de este año está compuesta de 54 Oficiales que se graduaron en el escalafón de Ejecutivos e Ingenieros Navales, 12 Guardiamarinas del escalafón de Infantería de Marina, 15 del escalafón de Abastecimiento y 15 del escalafón Litoral.
"Forjando mi futuro"
Grumete Luis Tiznao
El juramento a la bandera durante la ceremonia de egreso fue un momento muy especial. Me pareció que todo lo vivido en la Escuela y la formación que ella nos entregó, tenía su razón de ser en ese compromiso para con nuestra Patria. Todo lo trascendente que un hombre de armas le puede entregar. Rendir la vida por ella, si fuese necesario.
Egreso agradecido de mi Vieja Escuela, ella nos supo formar teniendo presente el cumplimiento del deber, la disciplina, el espíritu de cuerpo y el honor. Pondré en práctica las virtudes que nos inculcaron y que constituyen la impronta del marino chileno.
Mi reflexión final me lleva a decir que nada es fácil en esta vida. Detrás de cada logro, necesariamente hay esfuerzos y sacrificios. Y la gran satisfacción que invade a todo nuestro ser, es hacer realidad lo que se ha soñado. Hay que estar preparado para enfrentar lo bueno y lo malo, pero siempre confiar en Dios.
"Y TÚ, ¿POR QUÉ ELEGISTE LA ARMADA?"
Esfuerzo, valentía y entusiasmo se entrecruzan en estas cuatro historias de vocación y servicio.
¿Qué los animó a entrar a la Marina? En una generación de jóvenes donde las virtudes castrenses van a la baja, estos son cuatro ejemplos vívidos sobre por qué vale la pena seguir una carrera militar.
Guardiamarina IM Sergio Contreras, Primera Antigüedad escalafón IM y Mejor Deportista de Escuela Naval.
Con una activa participación en atletismo, rugby y judo, el Guardiamarina Sergio Contreras intenta practicar la mayor cantidad de disciplinas deportivas posible a fin de ejercitarse integralmente en todas las áreas en que sea capaz de destacarse.
Aunque no sabía lo que le deparaba, siempre quiso entrar a la Escuela Naval y descubrirlo por su cuenta. Su padre fue Cabo Infante de Marina y le tocó servir en un período difícil durante el conflicto por el Canal Beagle. Desde que era pequeño lo escuchaba y alucinaba con la carrera naval, soñando con poder contar algún día las mismas historias que él. A medida que iba creciendo se fue dando cuenta que también quería ser él quien llevara anécdotas que contar a la casa.
"Me siento muy identificado con el espíritu de cuerpo de la Armada, ya que es algo que se vive sobre todo acá, más que en otros ámbitos civiles, donde no es un tema con el que estén familiarizados. Esa capacidad de auto sacrificio por el prójimo aquí se vive a diario. Aquí nadie nunca va a estar solo. Si hay alguien que tenga que pasar frío, vamos a pasar frío con él. Aquí básicamente todos velamos por todos, y si hay uno que no funciona, todos no funcionamos. Eso es algo muy importante de esta Institución y que no está en otros lados: todos funcionamos como un engranaje y somos todos necesarios", explica.
Guardiamarina Fernando Palacios, Mejor Compañero de la generación.
El Guardiamarina Fernando Palacios creció fuera del mundo naval. Siendo el primer Oficial de las Fuerzas Armadas en su familia, no tenía idea en lo qué se estaba metiendo. "El primer día quedé pegado en el techo del cuarto piso después de escuchar el sonido de la diana al despertar", bromea. Sin embargo, a la semana ya se había enamorado de la Armada y empapado del espíritu de la Escuela. "Es absolutamente diferente a lo que he vivido toda mi vida", cuenta.
Ingresó a la Escuela Naval pensando que iba a ser un mundo más militar, pero quedó fascinado con las oportunidades para practicar deporte y diversas disciplinas. "Me gustó el amplio horizonte de poder ejercer en todas partes: en el aire, en el agua y entierra. Por eso elegí la Escuela Naval y no otra Escuela castrense", confiesa.
Guardiamarina Josefina Piñeiro, Tercera Antigüedad en Escalafón Ejecutivo.
En el caso de Josefina Piñeiro, su vocación comenzó mientras iba al colegio en Curicó. "Fueron cadetes de la Escuela Naval a dar una charla a mi curso y lo encontré diferente. Era una aventura totalmente distinta a lo que hacen mis compañeros, que es irse a Santiago a estudiar a la universidad. Y siempre quise entrar a la Escuela pero todos me decían que estaba loca, que era para hombres, y finalmente no postulé", comenta.
Entonces, decidió ingresar a Ingeniería Comercial, donde duró un año, hasta que asistió al día de Puertas Abiertas de la Escuela, donde los visitantes tienen la posibilidad de ser cadetes por un día. En ese momento, su vida daría un giro de 180 grados para finalmente seguir el camino que algún día se había propuesto y que ya estaba lista para emprender. Entrar a la Escuela Naval fue un cambio drástico que alteraría rutinas cotidianas pero que la mantendría motivada por un objetivo mayor. "Siempre pensé en lo que quería hacer a futuro. Sé que cada día tenemos la oportunidad de hacer algo distinto a lo que hace el común de la gente. Yo tenía grabado que quería hacer algo diferente a estar en una oficina todo el día, y aquí tengo esa posibilidad", puntualiza.
De su generación, Josefina es una de las 15 mujeres que egresaron como Oficiales, y a todas aquellas interesadas, las anima a atreverse a tiempo y tomar el riesgo de adentrarse en este mundo muchas veces desconocido para la mayoría de las personas. "Yo al principio no me atreví y quizás por miedo o clichés, de que las Fuerzas Armadas son para hombres, no lo hice. Pero creo que las mujeres tienen un papel importante y particular que cumplir en la Marina, y podemos marcar día a día la diferencia", señala.
Guardiamarina Juan Pablo Heusser, Primera Antigüedad en Escalafón Ejecutivo.
Con un padre Marino, era de esperar que Juan Pablo Heusser siguiera una carrera en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, las expectativas estaban puestas en que estudiara y forjara una vida completamente distinta.
"Mis papás siempre quisieron que yo fuera médico. Recién cuando llegué a cuarto medio me di cuenta que no quería entrar a la Universidad y estar 20 o 30 años haciendo lo mismo en un hospital, sin que fuera variando ni el lugar ni el trabajo que uno hace", comenta este joven de 22 años, que en su padre descubrió el ejemplo de lo que quería para su futuro. "Yo quería algo que me permitiera ir cambiando de lugar a lo largo de Chile, con cargos y responsabilidades que fueran variando. Eso me gustó, además de la posibilidad que tenemos en la Escuela de combinar muy bien las instancias de deporte y estudio", explica.
Respecto a su vocación, Juan Pablo recalca que se siente igual de patriota que la mayoría de los chilenos, y espera en su carrera en la Institución contribuir a generar conciencia sobre la importancia de nuestro mar. "Ser Marino es cuidar lo que es nuestro, cuidar nuestro país, para que la gente lo disfrute y sepa aprovechar, y ojalá generar en la gente la conciencia de lo que es el mar y su importancia, tanto en el sentido económico, deportivo, etc."