Recientemente, la Armada ha desarrollado dos exitosos operativos en el mar. El primero ocurrió el 8 de mayo con la aeroevacuación de un tripulante desde la motonave "Kristina", y el segundo, fue el rescate de 8 tripulantes de la barcaza "Doña Mariana", que se hundió el 10 de junio en las cercanías del Golfo Corcovado.

Para Daduyo Tameta, tripulante de la nave mercante "Kristina" de bandera de Islas Marshall, hay un antes y un después tras el 8 de mayo, cuando su vida dependió del oportuno socorro prestado por la Armada de Chile.

Los hechos se registraron cerca de las 05:30 horas en las aguas jurisdiccionales de la Cuarta Zona Naval, cuando la Autoridad Marítima recibió la información, desde el mercante, de que uno de sus tripulantes tenía síntomas de un paro cardiorespiratorio.

Inmediatamente, la Autoridad Marítima de Antofagasta dispuso el despliegue del helicóptero naval HH-65 "Dauphin", comandado por el Capitán de Fragata Rodrigo Alonzo, llevando como parte de la dotación un team de Sanidad Naval compuesto por la Teniente 1° SN Constanza Vergara y el Cabo 1° Mauricio Medina.

Aprovechando las buenas condiciones y ante la urgencia que implicaba el estado de salud del tripulante filipino, se realizó la maniobra "Hi Line" mediante la cual, el equipo médico bajó hasta la cubierta del mercante para constatar el estado de salud del paciente.

El operativo realizado por el helicóptero y su dotación se desarrolló entre las 14:50 y las 15:56, casi una hora en la cual la Armada desplegó sus medios y capacidades para garantizar la salvaguarda de la vida humana en el mar.

Una misión que tiene rostro, el rostro del tripulante Daduyo Tameta y de los 8 rescatados desde la barcaza "Doña Mariana", frente a los cuales la Armada a través del Centro Coordinador de Búsqueda y Salvamento (MRCC Chile) seguirá fiel a su labor de resguardar a quien se encuentre en situación de emergencia en el mar.

Una vocación a toda prueba

Siguiendo el ejemplo de su padre, sumado a la convicción de querer servir a su país, aproximadamente hace un año y medio la médico Constanza Vergara es Teniente 1° de Sanidad Naval.

Sin lugar a dudas, el pasado 8 de mayo fue una prueba de fuego para la joven Oficial, al enfrentar el desafío de socorrer a un paciente en alta mar, debiendo para ello realizar un descenso con la técnica de Hi Line. Al ser consultada, la médico señaló: "No pensé en el procedimiento a realizar ni medí los riesgos, sino que centré mi preocupación en atender de la mejor forma al paciente, en especial si su vida estaba en juego".

Centrada su preocupación en la incertidumbre que la generaba no saber el estado real del paciente y por consiguiente, decidir con poca información cómo prepararse para la evacuación médica; la Teniente Vergara enfrentó el momento del descenso, sintiendo por primera vez el riesgo que involucraba la maniobra. "Sin embargo, gracias a las instrucciones dadas por el personal de la aeronave y por la confianza que inspiraban en su actuar, pude tranquilizarme a medida que se realizaba el procedimiento", declaró. El resultado fue la evacuación a tiempo del paciente y la satisfacción del deber cumplido.