A través del tiempo, la necesidad de comunicarse ha ido requiriendo del ingenio del ser humano, puesto que las formas básicas de comunicación requeridas inicialmente, se fueron sofisticando en la medida que la civilización se fue desarrollando y, la rapidez, seguridad y certeza de los mensajes, pasaron a constituirse como factores relevantes para la eficaz conducción política, económica y militar de las naciones.

Nuestro país y en particular la Armada, no estuvieron ajenos a esta necesidad y ya podemos apreciar cómo, desde la formación de la Primera Escuadra Nacional, las telecomunicaciones se materializaron tempranamente, con el objetivo que las autoridades navales, contaran con la capacidad de comunicar sus órdenes, ya sea a través de señales visuales (banderas y luces), como también a través de salvas de cañón.

A pesar de estos incipientes esfuerzos, la distancia entre las autoridades y los mandos a flote fue siempre un desafío difícil de soslayar y que requirió del ingenio y adaptación de nuestro personal especialista, para así poner a disposición de la Institución, las tecnologías necesarias que permitieran la conducción de las operaciones en la mar y de la eficiente administración de una Armada cada día más moderna y compleja en su funcionamiento.

En línea con este permanente desafío, el 25 de noviembre de 1904, un grupo de entusiastas Oficiales, Gente de Mar e Ingenieros, lograron la primera comunicación inalámbrica a distancia entre dos buques de la Armada durante su navegación al Archipiélago de Juan Fernández.

De esta forma, los cruceros "Errázuriz" y "Esmeralda" protagonizaron esta acción pionera a nivel nacional y sudamericano, estableciendo pocos años después de que se realizara la primera comunicación inalámbrica a nivel mundial, un enlace a través de lo que en su momento fue conocido como Telegrafía sin Hilos (TSH), dando inicio con este hito tecnológico, al permanente y fructífero desarrollo de las telecomunicaciones en la Armada.

Cada 25 de noviembre se celebra el aniversario de la especialidad de Telecomunicaciones en nuestra Institución, donde las necesidades en esta disciplina no se han detenido y seguirán aumentando cada vez más, con el rápido e incesante desarrollo de nuevos medios de comunicación, tecnologías y especialistas.

El Capitán de Navío Werner Baasch, Director de la Dirección de Telecomunicaciones e Informática de la Armada, enfatiza la preponderancia de los equipos humanos para el desempeño en un área como esta: "Contamos con especialistas cada vez más preparados, que han sido capaces de enfrentar los nuevos desafíos tecnológicos y que requieren de mucha preparación y dedicación para poder adaptarse y cumplir con las exigencias que hoy nos impone la Institución", señala.

"Podemos tener los mejores equipos de redes e informáticos, los mejores equipos de comunicaciones o los enlaces más rápidos y eficientes, pero si no contamos con especialistas que los estén operando en forma profesional y eficaz, no se va a lograr el objetivo que la Institución nos demanda diariamente", agrega.

En esta línea, el Comandante Baasch condensa en dos los desafíos más importantes para la especialidad: "mantenerse al día en lo que a tecnología se refiere, renovando el material y equipamiento institucional y la formación de nuestro personal especialista, el cual, sin la debida preparación, rápidamente se desactualiza".

La Cabo 2° Leslie Guajardo postuló a Haití el 2013, iniciando su comisión en agosto de 2014 y retornando al país en abril de 2015, desempeñándose durante su estadía en Haití como encargada de los equipos de voz y como Guardia Militar en el portalón de la base. "Allá el enfoque estaba puesto en el intercambio con los otros batallones, orientados a que las comunicaciones funcionasen y fuesen certeras, rápidas y seguras", comenta.

Jorge Parada, supervisor de área de trabajo de sistemas de gestión en el Centro de Informática Computación de la Armada (CINCOMAR), lleva 32 años trabajando en la Institución, encargándose junto a su equipo de desarrollar indicadores de gestión, en un trabajo orientado principalmente a jefes y subjefes de reparticiones, departamentos y direcciones técnicas.

"Creo que través de esta área de gestión puede generarse cierta integración y comunicación en la medida que se reconozca que hay indicadores que son transversales", puntualiza.

Con 33 años de servicio, el Suboficial Mayor José Luis Olmedo se desempeña como Condestable Mayor de la Dirección de Telecomunicaciones e Informática de la Armada, donde su preocupación diaria se centra, principalmente, en el personal de la dotación, en los aspectos funcionales de la repartición y en la mantención del edificio del DIRECTELINF.

Señalero de formación, el Suboficial Mayor Olmedo ha prestado sus servicios tanto a bordo como en tierra, debiendo desempeñar sus funciones como especialista tanto en Chile como en el extranjero. "Es un orgullo para mí, con esta especialidad, estar justamente en el área de comunicaciones, que es mi campo de trabajo durante toda mi vida profesional en la Armada", recalca.