Por años, la alimentación institucional se ha tomado en cuenta, principalmente, desde el punto de vista de otorgar un bienestar a nuestro personal, siendo “mejor el rancho” en las unidades donde se servían platos como legumbres con chorizo, escalopas fritas, charquicán con huevo frito y abundante pan.

Sin embargo, con el avance de la tecnología y la información, nos hemos dado cuenta que el “comer rico” no es suficiente para satisfacer nuestra necesidad nutricional diaria. En efecto, la alimentación sana se ha vuelto una necesidad, acostumbrándonos a consumir mayor cantidad de frutas y verduras, prefiriendo los alimentos sin ácidos grasos trans y bajos en grasas saturadas, así como eliminar técnicas de cocción que impliquen el uso excesivo de materia grasa.

¿COMER SANO = COMER MALO?

Indudablemente, un bistec a lo pobre, un plato de lentejas con abundante chorizo o un pollo frito no genera otro efecto que mayor apetito, en comparación a una ensalada de lechuga con una porción de pollo  “cocida en agua”, la cual no suena tan atractiva. Por años, las personas asocian el comer sano con verduras cocidas y carnes sin sabor, para lo cual el comer sano, se convierte en comer malo o poco.

La realidad dista de lo anterior, puesto que existe una serie de alimentos, cuyos sabores son realmente sorprendentes cuando se cocinan con la técnica de cocción correcta, sin dejar de ser sanos y nutritivos. El uso excesivo de sal, caldos concentrados y frituras, son sinónimos nacionales de “sabor”; sin embargo, existen diferentes técnicas de cocción que permiten realzarlo de manera más saludable.

Una de las formas más fáciles y económicas de hacerlo es confeccionar caldos naturales. Estos caldos, llamados fondos, se preparan a partir de restos orgánicos de verduras, carnes y huesos, siendo mucho más sanos, al no contar gran cantidad de sal. Asimismo, cuando cocinamos al vapor, también lograremos mantener el sabor de los alimentos, deshaciéndonos de aquellos componentes que pueden ser nocivos, junto con los productos adicionales que nos pueden  provocar problemas a la salud.

¿Y QUÉ HAY DEL RANCHO ARMADA?

Este menú se confeccionó en concordancia al programa “Elige Vivir Sano”, y en base a lo establecido por el Ministerio de Salud durante 2013, sobre guías alimentarias. La Dirección de Abastecimiento de la Armada, en conjunto con la Dirección de Sanidad, ha realizado un tremendo esfuerzo, con el objetivo de implementar programas de alimentación saludable asado en estas guías alimentarias. A contar de mayo se implementó la marcha blanca de un menú único saludable para todas las reparticiones de tierra de la Primera Zona Naval. El programa consiste en probar en terreno, la ejecución de cuatro minutas quincenales durante mayo y junio.

Este menú se encuentra orientado a generar distintos beneficios a nivel institucional. El primero y más importante, consiste en mejorar la alimentación, bienestar y nivel de salud del personal de la Institución, mediante la incorporación de frutas, verduras y combinaciones balanceadas de carbohidratos con proteínas. En segundo lugar, incorporar alimentos más saludables a los víveres Armada, encontrándose ya disponible el aceite 100% de canola, leche semi descremada de 18% de grasa y los garbanzos. Luego, se seguirá incorporando endulzante líquido stevia, leche descremada, manteca sin ácidos grasos trans y baja en grasas saturadas y avena instantánea. Finalmente, pretende ordenar nuestros hábitos de alimentación y retomar aquellas sanas prácticas deportivas que tan importantes resultan hoy en día.

Si bien, el objetivo del “Menú único Saludable” es ambicioso, al querer lograr un cambio en los hábitos de nuestro personal, se debe tener en cuenta que la salud personal es tarea de todos y considerar este esfuerzo como una gran oportunidad para que optemos por nosotros mismos y sobre todo por nuestros hijos.