La importancia de aprender idiomas
¿Por qué estudiar chino mandarín?
Con más de 20 años en la Marina, el Sargento 2° Ricardo Muñoz tomó la decisión de estudiar chino mandarín a través de un convenio realizado entre la Dirección de Bienestar y el Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar. Aquí cuenta cómo ha sido embarcarse en esta particular singladura.
Casado y con cuatro hijos, durante el 2013, mientras se encontraba a bordo de la Fragata "Almirante Riveros", el Sargento Muñoz tomó la decisión de aprender chino mandarín, idioma que estudia hasta hoy junto a sus hijas Nazarena y Nayeli.
Cuando ya se encontraba estudiando en el Instituto Confucio, el mismo director le preguntó si tenía familiares de origen chino, lo cual negó, comentando que eran tan sólo los rasgos. Sin embargo, la confusión data de mucho antes de interesarse por el idioma. "Desde que era niño, mis amistades siempre me han apodado "el chino", por mis ojos y mis rasgos asiáticos. Tengo cinco hermanos a los que también les dicen así aunque no tenemos ascendientes orientales", explica.
Una vez en una tienda una abuelita le preguntó si le podía traducir unas instrucciones de una caja que estaban en chino, a lo cual respondió que era chileno y hablaba español. "La abuelita sonrió y me pidió disculpas", añade. "Otra vez, un Oficial de la Fuerza Aérea de China en medio de un coctel en el cual me encontraba junto a otros compañeros chilenos, se acercó directamente hacia nosotros y me dijo en Inglés: "I am from China". Todos se quedaron en silencio, esperando que le contestara, y le dije: "I am from Chile". Luego de retirarse del lugar, mis compañeros se rieron y me dijeron, "te confundió con un oriental". Averiguando, me enteré de que el oficial hablaba muy poco inglés y buscaba con quién poder conversar en su idioma natal", comenta.
En otra ocasión, en una tienda china en el centro de Viña del Mar, en busca de té de jazmín, unas jóvenes le preguntaron por el valor de unas prendas. "Les dije que yo no trabajaba allí y luego mis hijas se rieron diciéndome "papá, nuevamente te confunden", cuenta.
Ahora que realmente ha comenzado a aprender el idioma, su relación con esta lengua oriental ya no se debe sólo a que lo asocian con un nativo. Y para su fortuna, dentro de la Marina incluso ha tenido la oportunidad de practicarlo.
El 2013, cuando una flota de buques de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China visitó nuestro país, el Sargento Muñoz fue designado para efectuar un recorrido en la Fragata Riveros, a una delegación de marinos que visitaban la unidad. En esa oportunidad, pese a que la comunicación fue en inglés, aprovechó de hablar y escuchar algunas palabras en su idioma y durante el recorrido un marino de la delegación, Liu Dong Xing, lo invitó a visitar el destructor antimisiles "Lanzhou". "Para mí fue una experiencia muy motivadora, tanto por el hecho de conocer una unidad naval extranjera, como así también, por poder interactuar con una persona de idioma nativo. Nuestra comunicación fue tanto en inglés como en chino", precisa.
UNA APUESTA CON VISIÓN A FUTURO
Aunque es el idioma en el mundo que más personas hablan, fuera de China son muy pocos los que lo hacen. Sin embargo, se dice que será el idioma del futuro y que la interacción cultural y comercial entre Chile y el país asiático va en aumento. "Para mí aprender esta nueva lengua ha sido un poco difícil. Antes de comenzar las clases sentí miedo por enfrentarme a una pronunciación distinta, con diferentes tonos y complicados caracteres", confiesa el Sargento Muñoz. No obstante, es hablada por más de mil 300 millones de personas.
"Hoy en día, siento que es un gran desafío lograr aprender este idioma, para algún día, llegar a visitar ese lejano país, y si yo no puedo, que lo logren mis hijos en un futuro cercano. Creo que con esfuerzo y dedicación alcanzaremos estas metas", comenta.
Sus primeras palabras fueron nǐ hǎo!, que significa ¡Hola! y nǐ hǎo ma?, que quiere decir ¿Cómo estás?. "En forma muy personal, todos los días repaso palabras y frases, memorizo caracteres y hago un esfuerzo en la pronunciación de los tonos de cada palabra, y confecciono unas tarjetas o "flashcards" como apoyo a mi aprendizaje", puntualiza.
Considerado uno de los idiomas más difíciles del mundo, no sólo por su complejo sistema de escritura con más de 6 mil caracteres, sino que también por la pronunciación, esta lengua posee combinaciones de sílabas cuya fonética no se usa en idiomas de origen latino y que por lo tanto, cuesta mucho diferenciar. La mayoría de las palabras, aún con el mismo tono, también tienen una gran cantidad de significados, y muchas veces éste sólo se puede deducir por el contexto. "Por ejemplo, 'nan' puede significar "sur", "hombre", o "difícil", entre otros", indica el Sargento Muñoz.
"Creo que tanto el personal de la Institución como sus familiares podrían aprovechar esta oportunidad de aprender un nuevo idioma, y así postular a las becas que ofrecen tanto la universidad como la Embajada de China, para realizar estudios en universidades de ese país, los que pueden llegar hasta dos años y más", finaliza.