Comando Anfibio de Transportes Navales (COMANFITRAN)

Listos para prestar apoyo y ayuda cuando se necesite

Por primera vez, desde su conformación, todas las unidades tendrán como puerto base la Base Naval de Talcahuano, lo cual no sólo les permitirá mejor coordinación, sino que por la ubicación geográfica se encuentran en posición equidistante de los extremos del país, lo que contribuye a atender cualquier requerimiento de apoyo en forma rápida.

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Este nuevo aniversario es recibido por el Comando Anfibio de Transportes Navales, (COMANFITRAN), con un claro objetivo: estar preparados  para acudir en apoyo y ayuda de la comunidad cuándo y dónde se necesite. Esta amplia variedad de responsabilidad y misiones que posee son posibles de llevar a cabo por las unidades que lo conforman, ya que les otorga la flexibilidad necesaria para cumplir con sus tareas a cabalidad.
Es importante destacar que para la Armada y para la ciudadanía, disponer de un grupo de buques organizados y entrenados en pos del apoyo a la comunidad y a zonas aisladas es de gran importancia, cumpliendo labores como, por ejemplo, de transporte de personas y carga para zonas insulares, evacuaciones de civiles que se vean sometidos  a un desastre natural, como lo ocurrido en Chaitén, transporte de materiales para mitigar las necesidades de casos de emergencia para personas damnificadas de isla Santa María, Isla Mocha y Juan Fernández, y muchas otras tareas.
Además, con la incorporación del buque multipropósito LSDH “Sargento Aldea” se han podido realizar importantes operativos médicos en beneficio de la comunidad. Sólo durante 2013, se realizaron más de 7 mil 258 prestaciones tanto médicas como dentales. Éstas fueron efectuadas en una primera instancia en el norte de nuestro país y luego en la Isla Robinson Crusoe, en Juan Fernández. 
El Comandante del COMANFITRAN, Capitán de Navío Manuel Pinochet, en entrevista con Revista Vigía, nos explicó que para este año existe un amplio programa que va desde apoyo a las comunidades como presencia en el escenario internacional: “Realizaremos operaciones con otras Marinas amigas, operativos médicos en ayuda a la comunidad nacional y a las islas oceánicas que están bajo nuestra soberanía”. 

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En este sentido, se mantendrá el apoyo a la Isla de Juan Fernández con seis insulares durante el año, además de la participación del COMANFITRAN en el ejercicio SOLIDARIDAD 2014 que se realiza en conjunto con las Fuerzas Armadas de Argentina. Además, este año, se realizará en Chile el ejercicio “Partnership of America”, en donde estarán presentes las Marinas de de Estados Unidos, Perú, Colombia, México entre otros, siendo nuestra Armada representada por el LSDH “Sargento Aldea”.
Suboficial Octavio Cantero: El primer y único “Romeo” de la Armada de Chile

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Suboficial Octavio Cantero.
Con el sonido del pito, el Contramaestre y Director de Radier del buque multipropósito “Sargento Aldea”, Suboficial Octavio Cantero, conocido a bordo como “Romeo”, da la instrucción para soltar las espías y permitir que las barcazas, que se encuentran en su interior, salgan navegando por sus propios medios. 
“Romeo” es el nombre que en la tradición francesa reciben los directores de radier en los buques anfibios como éste y el Suboficial Cantero es el primero en la Armada de llevar esta nominación: “Yo en su minuto pensé que había llegado al tope de mi carrera, pero cuando llegué a este puesto, abracé esta responsabilidad, lo tomé con un orgullo inmenso, no queriendo ser soberbio y con una dedicación inmensa, hoy me identifico más como Romeo”.
La operación “Ballast” consiste en el ingreso de agua al radier del buque lo que permite la entrada y salida de barcazas al “Sargento Aldea”. 
“Lo único constante en la Marina, es el constante cambio”
Este año, el Suboficial Cantero cumplirá 30 años de marino, carrera que le dio la oportunidad de visitar 25 países, pese a que reconoce que “lo que realmente me marcó de manera personal y profesional fue haber ido a buscar el buque Multipropósito “Sargento Aldea”, dado que ha sido la única vez que me ha tocado ir a buscar un buque, con el fin de poder integrarlo a nuestra Marina y, sin duda, que es un grandioso orgullo.”  
Reconoce que el precio más caro que ha debido pagar, como marino, ha sido la lejanía del hogar. Casado por 23 años y padre de tres hijos, está consciente de que han sido muchos los momentos que se ha perdido; pero confiesa que después de una navegación: “el pensar en volver a casa, abrazar a mi esposa e hijos, es tan  dulce como el beso que uno se puede haber dado durante el pololeo”.