La página del Suboficial Mayor

“La experiencia permite aconsejar o guiar no solo a los más jóvenes sino a quien lo requiera”

Imagen foto_00000001Mucho se puede hablar de la vida de marino. En mi caso la puedo resumir en una simple frase: "he sido y soy feliz con lo que hago". Nunca una actividad es tan diversa a diario como la vida en la marina. Como dicen, "es una forma de vida". Creo que todo lo vivido y aprendido en el tiempo resulta en la experiencia; la misma que permite sin darse cuenta, aconsejar o guiar no solo a los más jóvenes sino a quien lo requiera.

Ingresé a la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna" el 13 de febrero de 1983. La decisión de ingresar fue producto de la vocación heredada de parte de mi padre. Desde que tengo memoria quise ser marino y por supuesto, no me equivoqué.

Una vez contratado al servicio, mis transbordos fueron el Buque Escuela "Esmeralda", la Escuela de Operaciones, donde realicé el curso de Especialidad en Electrónica; la Escuela de Submarinos como alumno, los submarinos "O'Brien", "Thomson", "Simpson", "Hyatt"; la Fuerza de Submarinos, la Escuela de Submarinos como Instructor, la Dirección de Recuperación de Unidades de la Armada en Talcahuano, el submarino "Carrera", el Subcentro de Entrenamiento de la Armada en Talcahuano, y el Buque Madre Submarino "Almirante Merino". En la actualidad, me desempeño como Condestable Mayor en la Escuela de Grumetes.

Todos mis transbordos han sido muy importantes en mi carrera; de naturaleza y complejidad diferentes. Sin embargo, los que más me han marcado en lo personal y profesional, son aquellos en que me he desempeñado como Condestable. Es un puesto de lo más trascendental e influyente, en que no solo se debe organizar y asesorar, sino también escuchar y conversar. Esto no se aprende en aulas, se cultiva observando durante muchos años los modelos que nos han ido dejando los "viejos", los grandes conocedores de la vida que nos precedieron.

Todo esto para actuar dando algún consejo, orientación o aliento a quien lo requiera y corregir cuando sea necesario. En cuanto a mi esposa Marcela y mis hijos Pamela, Daniel y Camila, no ha habido pilar más fundamental; por ellos soy lo que soy. Al igual que mi padre y madre, quienes me inculcaron los primeros valores, han sido siempre mi apoyo y mi razón de seguir adelante, sobre todo en momentos difíciles, que todo marino en algún momento le tocará vivir.

Finalmente, a los jóvenes que recién comienzan su carrera, les quisiera decir que su decisión de ingresar a la marina fue la más acertada. Cultiven sus nuevas amistades las que serán para toda la vida, yo aún conservo mis amigos; valoren lo nuevo y distinto que están aprendiendo, estudien más allá de lo mínimo que se les exige; el estudio y conocimiento son siempre la llave para el éxito. Sean felices en lo que hacen y vivan la vida de una forma diferente, pero única.

LUIS ARTEAGA ROZAS
Suboficial Mayor
Condestable Mayor Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna"