A mis cortos 16 años, y cursando 2º año medio en el Liceo Industrial Higueras de Talcahuano, e influenciado por mi mejor amigo, quien añoraba ser marino, nos fuimos a rendir el C.U.A. para ingresar a la Escuela de Grumetes y la paradoja fue que él no quedó seleccionado y yo sí tuve la fortuna. Fue entonces cuando asumí el desafío que cambiaría mi vida.

Como si fuera ayer, un domingo 12 febrero de 1983 me embarqué en el transbordador Grumete Pérez con incertidumbre, pero con el bolso lleno de ilusiones. Eran tal los nervios que habiendo escuchado las máquinas del buque en la cámara de pasajeros, no me di cuenta que ya estábamos atracados al muelle norte de la Isla Quiriquina y había que desembarcar.

Durante mi paso por la Escuela, los instructores dejaron huella en mi accionar, valores y principios, tal como lo hicieron todos quienes contribuyeron para que fuera un hombre de mar íntegro a través de mi carrera, específicamente en mis curtidos 19 años de embarco en distintas unidades de combate, de apoyo combate, de apoyo logístico y en el Buque Escuela "Esmeralda".

Es aquí en esta cubierta, donde la figura del Condestable Mayor juega su principal rol como faro orientador, siendo un referente para la dotación. Es por esto que el grado de Suboficial Mayor no sólo es una meta como el grado de Suboficial Mayor permite aportar en la formación de las futuras generaciones muchos piensan, por el contrario, es una oportunidad de asesorar en alto nivel al mando y con su ejemplo, aportar en la formación de las futuras generaciones.

Este Bergantín Goleta resume mi visión de vida marinera e historia personal, ya que su principal sello es "el trabajo en equipo". La particular mística que se genera en la "Dama Blanca", promueve la sinergia en nuestro personal, en lo colectivo y lo específico, donde la camaradería y el espíritu de cuerpo son los reales motores que mueven las aspas de las hélices de este navío.

El pilar fundamental de nuestra Marina, es su Gente de Mar con sus sólidos valores morales, de los que nuestra Institución es garante y formadora; inspirada en sus tradiciones, costumbres y normas que orientan la conducta de un marino. Para eso es necesario, aun siendo formado en otra época, no resistirse al cambio y adquirir las nuevas herramientas que nos permiten tomar mejores decisiones, estar a la vanguardia con los adelantos, transformaciones, tendencias tecnológicas y sociales, y así proyectarse a los desafíos que nos exige una Armada de futuro.

Considerando todo lo anterior, mi meta auto impuesta es transmitirle a la dotación y específicamente a los más jóvenes, quienes aún están en su etapa de formación, mi experiencia, consejos e inculcar el arraigo a la patria, con el propósito de que puedan desenvolverse y encontrar la satisfacción de ser día a día mejores profesionales y marinos de honor.

Agradezco esta tribuna del Suboficial Mayor, haciendo llegar un mensaje de gratitud a toda la Familia Naval que forma parte fundamental en nuestra Institución, la que nos acompaña día a día, y siempre está dispuesta a asumir nuestra ausencia cuando el servicio así lo requiere, y en particular, agradecer a mi mujer Gladys y mis hijas Cynthia, Macarena y Francisca, a quienes en gran parte les debo estar en este lugar de privilegio que me ha confiado esta gloriosa Institución.

LUIS BUSTOS MIRANDA
Suboficial Mayor
Condestable Mayor del B.E. "Esmeralda"