Sean mis primeras palabras de gratitud para todos aquellas personas, civiles y militares, que tuvieron algún tipo de relación en mi esforzada, gratificante y por qué no decirlo, exitosa carrera naval.

Nací y estudié en una hermosa y muy tranquila ciudad en el centro sur del país llamada Cauquenes. El día en que cumplía seis años de edad me encontraba en el cementerio sepultando a mi padre, por cuanto tuve que asumir responsabilidades mayores a muy corta edad, siendo el único hombre de cuatro hermanos.

En verano siempre acudíamos a visitar familiares en Talcahuano, y así fue como comenzó mi contacto con el mar y el uniforme naval, entre tantas cosas que llamaron mi atención. Una vez finalizada mi enseñanza media postulé a la Institución gracias al apoyo irrestricto de mi madre, persona a la cual aprovecho de agradecer infinitamente por su constante esfuerzo por sacar adelante a sus hijos. Gracias por su dedicación, perseverancia y esfuerzo personal.

Fue así como en febrero de 1981, me encontraba con un grupo de jóvenes venidos de diferentes partes del país, todos con diferentes sueños y que sin mediar, nos encontramos con un buzo y un corte de pelo "muy especial", el cual dio el inicio a esta carrera de múltiples acontecimientos, muchos sacrificios, aprendizaje sostenido y una culminación de mucha tranquilidad por la satisfacción del deber cumplido.

Una vez concluida mi etapa de instrucción en la Isla Quiriquina, llegué a Viña del Mar a cursar "Afecto Artillero", para posteriormente iniciar mi etapa de embarcado a bordo del Crucero "O'Higgins", donde estuve unos hermosos y nutrientes dos años de mística embarcada.

Posteriormente, de vuelta a las aulas en la antigua "Escuela de Armamentos" en las Salinas, cursé la especialidad de Mecánico Artillero, graduándome como especialista en diciembre de 1986. Mis inicios como Mecánico fueron a bordo del DDG "Almirante Riveros", unidad en la cual me mantuve por cuatro años. Luego, fui transbordado a la LM "Casma" con asiento en Iquique. Coincidente con esta destinación, inicié una vida marital junto a María Alicia, unión de la cual nacieron dos preciosas hijas: María José, quien cursa Cuarto año de Odontología y Camila Andrea, quien se encuentra efectuando el Primer año de Tecnología Médica, las cuales son nuestro mejor y preciado tesoro.

En 1996 cursé "Perfeccionamiento y Mando", para al año siguiente embarcarme en unidades del servicio Litoral con asiento en las ciudades de Castro, en Chiloé y el puerto de Chacabuco. Ambos lugares aislados y remotos, y muy dependientes de una unidad de la Armada para poder satisfacer sus mínimas necesidades como apoyo médico, evacuaciones, etc.

A contar del 2004 fui destinado a la Dirección General del Personal para hacerme cargo de la administración de lo más valioso que tiene la Armada: su recurso humano. Específicamente el grupo de Armamento, en un período muy importante para la Institución, como lo fue el recambio de unidades de la Escuadra, una experiencia valiosísima por lo sensible del tema y lo relevante que puede ser para la familia la toma de decisión en ese Departamento. Fue aquí, en este período en donde pude realizar por siete años, otro de mis grandes anhelos: impartir clases, siendo profesor de Oto melara, Sistema de Armas muy vigente al día de hoy.

El 2008, regresé a Iquique al Comando de Misileras Norte, siendo en esta histórica tierra en donde el 2011, se me concede el pase para ascender al grado de Suboficial Mayor, grado que recibí con mucha humildad, pero con la convicción de que el saber, la experiencia, la rectitud son valores totalmente traspasables y alcanzables para todas las nuevas generaciones.

Actualmente, me encuentro cumpliendo funciones en el Comando de Operaciones Navales. Finalmente, quiero agradecer muy especialmente a dos mujeres, que sin su apoyo incondicional no hubiese sido posible materializar este sueño de vida, a mi madre, Raquel; y María Alicia, mi señora.

JOSÉ PEÑA VARELA
SUBOFICIAL MAYOR
CONDESTABLE MAYOR DEL COMANDO DE OPERACIONES NAVALES