Lancha de Servicio de Rescate (LSR - 4422)
La marinera y fiel lancha del Kirke
Las más de 200 navegaciones de la LSR-4422 al paso Kirke han sido fundamentales para que la Autoridad Marítima cumpla con su labor fiscalizadora en las faenas de reflotamiento del Amadeo I, varado hace más de 10 meses en el complejo canal austral.
Al mando del Cabo 1° Litoral Walter Hinojosa, esta unidad ha desempeñado una ardua tarea, apoyando a la Capitanía de Puerto de Puerto Natales en cumplir su misión, ante la compleja emergencia marítima protagonizada por un transbordador de Navimag el 18 de agosto del 2014, en el estrecho paso Kirke en Magallanes.
Para el Capitán de Puerto de Puerto Natales, Capitán de Corbeta LT Cristián Ortega, el impacto y la magnitud de la emergencia han significado un esfuerzo sin igual, destacando la entrega y dedicación de su dotación, y cómo esta experiencia de seguro marcará sus carreras.
El rescate
"Esa fue nuestra primera misión: salvaguardar la vida humana en el mar. Una vez que supimos de la emergencia, inmediatamente nos desplazamos con la LSR–4422 para rescatar a las más de 50 personas, trasladándolas a Puerto Natales en tres viajes. Además, en forma simultánea se tomaron todas las medidas necesarias para desplazar de la forma más rápida posible todos los elementos de combate a la contaminación, que son las barreras de contención, paños absorbentes", señala el Capitán Ortega.
Por encargo de la empresa responsable, se constituyó un dispositivo de limpieza que extrajera todo el hidrocarburo contenido en la zona de sacrificio. "En ese momento, nuestra labor fue fiscalizar que la maniobra de limpieza se realizara en óptimas condiciones de seguridad, las 24 horas por más de 40 días, monitorean- do los resultados de esa faena, con el apoyo de un comité multidisciplinario de la Dirección General del Territorio y Marina Mercante, compuesto por especialistas medioambientales que cada cierto tiempo evaluaban la envergadura del siniestro", mencionó el Capitán de Puerto.
A ese respecto, la Biólogo Marino de la Gobernación Marítima de Punta Arenas, Rosa Vega, precisó que la contaminación fue limpiada en su totalidad, en todo el borde costero, en la superficie del área de sacrificio, y el fondo marino. "La operación fue rápida y contundente, ya que la Armada trajo todos sus medios disponibles", señaló.
La fiscalización, que continúa hasta el día hoy, significó la presencia diaria de la Armada en el lugar del siniestro durante la primera fase. En la segunda etapa se llevó a cabo la remoción de los hidrocarburos que estaban contenidos en los estanques del buque.
La tercera y actual fase es la más compleja ya que considera enderezar el buque y reflotarlo. Pese a que la estructura se encuentra tocando fondo en el sector de la proa, la popa está flotando a 35 metros del fondo, por lo tanto, cualquier maniobra debe prever que el buque no se desplace, evitando el hundimiento total. Para eso, se ha instalado un sistema de anclaje que fijó el buque mediante cables que van atornillados a tierra. Una vez inmovilizado, se colocaron dos plataformas, en ambas bandas de la nave, que han permitido envolver su casco con cadenas que lentamente van tirando y enderezando la embarcación.
Ambos procesos han contado con la permanente presencia y fiscalización marítima correspondiente para prever daños colaterales durante las faenas. Asimismo, la Capitanía de Puerto de Puerto Natales ha cumplido con rigor la tarea de fiscalizar y controlar que las maniobras se lleven a cabo según lo dispuesto, de acuerdo a la normativa vigente, para así asegurar que los trabajos se realicen sin efectos medioambientales, y con estándares de seguridad adecuados.