El 3 de julio, la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna" celebra su 147° aniversario, período en el cual ha trazado exitosamente el track para miles de marinos que han pasado por sus aulas y sus antiguos y queridos patios. La Escuela de Grumetes cumple una tarea fundamental en el proceso formativo de quienes son parte de las dotaciones de la Armada, encauzando el ímpetu del joven que, con una enorme vocación, cruza raudo el brazo de mar que separa la Isla Quiriquina del continente.

Sus docentes, sus instructores y todo el estamento directivo de la Escuela tienen la enorme responsabilidad de formar de manera integral a los cientos de jóvenes que anualmente se integran al plantel, con la legítima aspiración de pertenecer a la Armada. La Escuela de Grumetes se transforma pues, en un crisol donde se funde tradición, experiencia, juventud, honor, conocimiento y disciplina, haciendo del grumete un hombre de mar en ciernes, con los valores y conocimientos que se requieren para esta noble profesión.

Vaya un justo reconocimiento a todos quienes conforman la dotación de la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna". Sepan que el esfuerzo y dedicación que todos le entregan a este desafío es admirado por quienes vemos el resultado de esos desvelos. Desde su Director hasta el último de sus alumnos, cuentan con el más irrestricto apoyo de este Almirante, para continuar con la proa firme hacia el futuro.

Asimismo, celebramos también a la Fuerza de Submarinos, a esos guerreros silentes que cumplen su servicio de manera sacrificada y no exenta de riesgos en forma permanente, con un profesionalismo y capacidad técnica que son reconocidas y destacadas en todo el mundo. Tengo la más absoluta certeza que, cuando la Patria lo requiera, zarparán, intrépidos, a establecer sus áreas de patrulla, con la plena seguridad para el resto de la Marina, de contar con una Fuerza capaz, profesional y valiente, que será la última en recalar al terminar su tarea, pero con la enorme satisfacción del deber cumplido a cabalidad.

Vaya para todos los especialistas que lucen, orgullosos, la piocha dorada que los distingue como submarinistas, mis más sinceras felicitaciones por todo lo obrado hasta ahora, por continuar con el track trazado por aquellos que los antecedieron y por ser una fuerza respetada y profesional, con unidades modernas y flexibles en su empleo, dejando siempre en lo más alto, el nombre de la Armada de Chile.

Almirante Enrique Larrañaga Martin

Comandante en Jefe de la Armada