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Derrotero del Almirante - Diciembre de 2014
Diciembre es un mes donde la Armada realiza el balance de lo acontecido durante el año y revisamos la planificación para determinar el cumplimiento de los objetivos institucionales. Ha sido un año lleno de actividades de toda índole, todas ellas enfocadas en cumplir con lo que la Constitución y la ciudadanía le exigen a la Armada, que se han ejecutado con éxito y de manera profesional, tal como lo hacen los marinos de Chile. Esto se logró con el trabajo mancomunado de todos quienes conforman las dotaciones, por lo que los felicito por un año lleno de éxitos y logros.
Pero fin de año también es el momento de las despedidas. Aquellos que luego de largos años de servicio, cumpliendo trasbordos embarcados y en tierra, en Chile y en el extranjero, en la zona central y en situaciones de aislamiento, se acogen a retiro, deben sentirse orgullosos de lo hecho en esta larga singladura. Con un aporte sincero, sacrificado y profesional, los que hoy dejan el servicio activo han sido un importante eslabón en esta cadena, ayudando a potenciar la Armada y mejorar sus capacidades y alistamiento operativo. Las horas de desvelos y sacrificios, los días fuera del hogar, que obligaron muchas veces a postergar los intereses personales y familiares, comprometen nuestro reconocimiento y agradecimiento por su leal entrega al servicio. Sólo me resta, como Comandante en Jefe de la Armada, desearles un buen viento y mejor mar, en esta nueva singladura que comienzan, a nombre de toda la Institución.
En este mes también, realizamos las ceremonias de egreso de las distintas Escuelas que nutren a la Marina de jóvenes excepcionalmente preparados, con el mejor ánimo para continuar su Carrera Naval. En ellos, quienes los hemos precedido, tenemos centrada nuestra confianza, que la Armada estará en las mejores manos. Quedan muchas millas que navegar en los tracks que la Institución les tiene preparados, pero no tengo duda que harán sentir a sus instructores, profesores y Oficiales de División, un legítimo orgullo de haber sido parte del proceso formativo que los llevó a lo que hoy son: flamantes miembros de la Armada de Chile.
Quiero finalizar estas palabras deseándoles a todos quienes conforman la Armada de Chile y a la Familia Naval, unas felices fiestas y un mejor Año Nuevo. Que el recuerdo del nacimiento de Jesús nos ayude a reflexionar sobre el real sentido de estas celebraciones y que la llegada del nuevo año, nos permita formular votos para que esté lleno de éxitos personales y profesionales. En los meses siguientes se viene un merecido descanso luego de un año intenso, por lo que espero logren descansar y prepararse para los múltiples desafíos que el país nos impone.
Almirante Enrique Larrañaga Martin
Comandante en Jefe de la Armada