Ocho fueron los puentes tipo mecano que desembarcó el AP “Aquiles” en Puerto Yungay y Río Bravo, Región de Aysén, y que permitirán al Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) continuar con la construcción del Camino Longitudinal Austral, beneficiando a los pobladores y colonos de esta remota área de nuestro país.

Así lo indicó el Coronel Víctor Mizón, Jefe de la jefatura del CMT, señalando que “realizamos obras viales a lo largo de todo el territorio nacional. En esta oportunidad, estamos cumpliendo con dos convenios firmados con el Ministerio de Obras Públicas, con el fin de dar conectividad a la zona sur de esta región. Para ello, solicitamos el apoyo de la Armada de Chile en el transporte de ocho puentes tipo mecano que serán instalados en dos frentes de trabajo”. El primero de ellos en el sector de San Lorenzo, distante 70 kilómetros al sureste de la localidad de Cochrane, mientras el segundo sector se ubica en la zona del río Pascua, ubicado a unos 180 kilómetros al sur de Cochrane y a 15 kilómetros del ventisquero Montt, hito  que marca el final de la Carretera Austral.

“El apoyo de la Armada ha sido fundamental, porque permitió acortar los tiempos de traslado y mejoró las condiciones de seguridad”, aseguró. Agregó que de haber sido transportados por tierra, habrían demorado cerca de una semana entre Puerto Chacabuco y Puerto Yungay. La Intendenta de la Región de Aysén, Pilar Cuevas, también agradeció la gestión conjunta del Ejército, el CMT y la Armada: “Estas instituciones nos colaboran y  ponen al servicio de todos los chilenos el personal y recursos de los que disponen.

Sin esta operación, habría sido muy difícil concretar el traslado de estos puentes para dar conectividad definitiva a la zona”.

El “Aquiles” en el fiordo Mitchell

Gracias al apoyo de la barcaza Padre Antonio Ronchi, que realiza el traslado regular de los vehículos entre Puerto Yungay y Río Bravo –y que durante estos días se puso a disposición del CMT para trasladar los 38 contendores dentro de los cuales están las estructuras mecánicas de los puentes-, la faena pudo realizarse exitosamente en poco menos de tres días.

Respecto a esta comisión, el Comandante del AP “Aquiles”, Capitán de Fragata  Jaime Mc Intyre, señaló: “Esta operación de apoyo al Ejército y al CMT comenzó a gestarse a principios de años, explorándose varias opciones y alternativas de apoyo. Finalmente, se decidió que el ‘Aquiles’ participara en este traslado por sus características tanto de transporte de carga como de pasajeros”.

“Para nosotros es motivante, porque este buque no había navegado por esta zona. Realizar una operación conjunta con el Ejército es muy positivo y demuestra la versatilidad de las instituciones para trabajar en equipo en tareas que no necesariamente tienen que ver con aspectos de defensa, sino de apoyo al desarrollo del país”, puntualizó.

La faena por dentro

Para el Sargento 1º Héctor Varela, Contramaestre del buque, esta faena fue particularmente compleja por las condiciones meteorológicas. “Aunque el clima no nos ha acompañado, con lluvia y frío, el hecho de estar en un fiordo simplifica el trabajo, porque no tenemos marejadas y eso hace que el trabajo sea más seguro”, aseguró.

El Cabo 2º Felipe Espinoza es uno de los operadores de la grúa del “Aquiles”. En sus manos está la tarea de elevar cada contenedor y posarlo sobre el camión que se mece suavemente sobre la barcaza Padre Ronchi, abarloada a un costado del buque. “Esto agrega una gran dificultad, porque lo que afirma cada contenedor al camión son cuatro pernos, así que es necesario calcular exactamente dónde situar los contenedores. Además, estamos trabajando con viento, lo que hace que no sólo se muevan el buque y la barcaza, sino también la grúa”, señaló.

Visitas ilustres en el “Aquiles”

Durante su tránsito de regreso a Puerto Chacabuco, el “Aquiles” fondeó en Caleta Tortel. La oportunidad fue aprovechada por diecisiete niños de la escuela “Luis Bravo”, quienes embarcaron y recorrieron la unidad, siendo guiados por distintos miembros de la dotación.

Uno de ellos fue el Cabo 2º Gonzalo Cid, para quien la posibilidad de mostrar y acercar el quehacer de la Armada a los niños es toda una oportunidad. “Los niños se dedican más a jugar, especialmente en el puente de mando, les gusta la rueda de gobierno y los botones y luces de los tableros, además de sentarse en el sillón del Comandante, pues se sienten poderosos”, contó.