Cruz del Sur
Unidos por la paz
El ejercicio naval binacional desplegó por primera vez su componente naval en las aguas del Canal Beagle y la bahía de Ushuaia. Una vez más reflejó los lazos de amistad y confraternidad que existen entre ambas Armadas.
Ushuaia amaneció bajo un manto blanco y con las aguas de la bahía en relativa calma; el frío se sentía con mayor intensidad en las cubiertas de los buques donde los hombres de las Armadas de Argentina y Chile se preparaban para emprender con profesionalismo y concentración el ejercicio binacional Cruz del Sur, desarrollado el 2 y 3 de diciembre del año pasado.
La Fuerza de Paz Binacional Cruz del Sur, llevando más de siete años de trabajo, es una fuerza de paz conjunta y combinada conformada por marinos de ambas Armadas con el propósito de ser empleada en operaciones de mantenimiento de la paz en diversos lugares del mundo ante un requerimiento de las Naciones Unidas (ONU).
Esta alianza de paz, organizada en su componente terrestre, naval y aéreo despliega su profesionalismo a fin de poder desarrollar las siguientes funciones: proporcionar presencia en la ONU en un área de crisis después de una resolución del Consejo de Seguridad relevando a las primeras fuerzas internacionales o regionales; prevenir la escala de violencia; asistir, monitorear o facilitar un cese de fuego.
El ejercicio binacional se prepara para asegurar un área que permita el despliegue posterior de otras fuerzas de la ONU; también proporcionar áreas seguras a personas y grupos cuyas vidas peligran por un conflicto; asegurar operaciones de ayuda de emergencia humanitaria; y colaborar en actividades específicas que requieran refuerzo de la seguridad de una misión en desarrollo.
En acción
En esta ocasión, las actividades se desarrollaron con la novedad de ser la primera vez en que la Fuerza de Paz Binacional, inédita en su tipo, despliega su componente naval en términos de patrullaje y vigilancia, escolta, ayuda humanitaria, visita, registro y captura, evacuación de no combatientes, búsqueda y rescate de personas.
Por parte de la Armada Argentina participó la Corbeta “Gómez Roca” y el Aviso “Teniente Olivieri”, mientras que por la Armada de Chile lo hizo el OPV “Piloto Pardo”. En apoyo de esas unidades, se sumaron la Corbeta “Spiro”, la Lancha Rápida “Intrépida” y las Lanchas Patrulleras “Baradero” y “Barranquera”.
Presenciaron las actividades a bordo de las corbetas miembros de los Ministerios de Defensa, de los Estados Mayores de las Fuerzas Armadas, de la Fuerza de Paz Conjunta Combinada, la Zona Naval Austral y Tercera Zona Naval. Para el seguimiento del desarrollo de las actividades, ambos países realizaron observaciones a bordo de las unidades desplegadas, lo que permitió la producción de conclusiones de las acciones realizadas en aguas del Canal Beagle y la Bahía de Ushuaia. En la Corbeta “Gómez Roca” se constituyeron como observadores el Capitán de Fragata Gustavo Lioi Pombo de la Armada Argentina y el Teniente Coronel Juan José López Demouth del Ejército de Chile.
Para dar comienzo al ejercicio, las unidades partieron desde Punta Arenas a Ushuaia, trayecto en el cual desarrollaron pruebas de comunicación que permitieron emplear un mismo lenguaje y procedimientos comunes. Una vez en aguas del Canal Beagle realizaron ejercicios de Visita, Registro y Captura (VRC) con grupos binacionales. El primer movimiento se produjo desde la “Gómez Roca”, hacia el “Teniente Olivieri” y posteriormente desde el “Piloto Pardo”, mediante un helicóptero HH-65 Dauphin, hicieron lo propio por vía aérea con descenso por rappel sobre la cubierta del vuelo de la corbeta argentina.
“HEMOS COMPROBADO QUE PODEMOS OPERAR DE MANERA FLUIDA Y SIN NINGÚN TIPO DE INCONVENIENTES ENTRE AMBAS FUERZAS; ESTO QUEDÓ DEMOSTRADO EN LA INTEROPERABILIDAD ENTRE LA AERONAVE CHILENA CON NUESTRA CUBIERTA DE VUELO. ME QUEDA UN SALDO MUY SATISFACTORIO Y UNA EXCELENTE RELACIÓN DE AMISTAD CON LA DOTACIÓN DEL ‘PILOTO PARDO’.” Capitán de Fragata Rodrigo Martín Arrieges, Comandante de la Corbeta "Gomez Roca" durante el ejercicio.
En tanto, el Comandante del OPV “Pardo”, Capitán de Fragata Alberto Osorio, indicó que: “Fue una experiencia altamente positiva, al realizar un entrenamiento que gradualmente fue aumentando en dificultad para consolidar la interoperabilidad de las unidades, demostrar las capacidades y corroborar lo entrenado en una evaluación final, de carácter sorpresivo, frente a altas autoridades de ambos países, esto permitió finalmente asegurar el buen nivel de esta Fuerza de Paz Combinada”.
Continuando el adiestramiento
El último día del ejercicio conjunto amaneció diferente. Fuertes vientos y una intensa llovizna provocaron una gran disminución de la visibilidad en el Canal Beagle, escenario que había sido planificado para que las unidades desarrollen las actividades. Entre las primeras comunicaciones, se tomó conocimiento de que las condiciones climáticas irían desmejorando con el paso de las horas, de tal modo que el planeamiento tomó otro rumbo donde se decidió esperar el arribo del “Piloto Pardo” en cercanías de la bahía de Ushuaia para poder completar allí el desarrollo de los ejercicios planificados.
Durante la jornada final de actividades surgieron diferentes incidencias, donde los Comandantes de las unidades fueron tomando conocimiento mediante sobres cerrados que debieron ser abiertos en horarios prefijados, marcando así el rumbo de las acciones a seguir. De esta manera, se procedió a la visita y registro de un buque definido como “no cooperativo” y a partir de esa situación irregular de la unidad inspeccionada, se desplegó un segundo grupo para efectuar la captura y trasladarlo a puerto.
Los traslados de las dotaciones de VRC se realizaron mediante botes de goma. El arribo al buque infractor fue uno de los momentos de mayor tensión, donde se avanzó desconociendo lo que se pueda encontrar. En esta oportunidad, el equipo compuesto por hombres y mujeres de distintas especialidades estuvo a cargo del Teniente de Navío Augusto Lizondo, quien explicó: “El factor clave es la seguridad y la confianza, no perder de vista al compañero que uno lleva delante y detrás, porque al momento de subir por la escala del buque a inspeccionar, lo único que nos mantiene juntos son las comunicaciones; la realidad con la que uno puede encontrarse es compleja”.
Como integrante del Estado Mayor de la Fuerza Cruz del Sur, el Capitán de Fragata Gustavo Lioi Pombo dijo: “Hoy pudimos apreciar que el componente naval ha logrado un ensamble ideal en las tareas y que es una realidad la posibilidad que ambos países puedan operan de forma conjunta en una misión de paz”.
“ESTE EJERCICIO, A PESAR DE SER EL PRIMERO EN LO QUE RESPECTA AL COMPONENTE NAVAL, DEJA DE MANIFIESTO UNA SIGNIFICATIVA INTEGRACIÓN MILITAR ENTRE LOS DOS PAÍSES, FORTALECIENDO SUS LAZOS DE AMISTAD, EL TRABAJO CONJUNTO-COMBINADO Y EL APOYO MUTUO, LOGRANDO ASÍ CONSOLIDAR ESTE ACUERDO A DISPOSICIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA AYUDAR A PERPETUAR LA PAZ EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO CUANDO SE DEMANDE.” Capitán de Fragata Alberto Osorio, Comandante del OPV “Pardo”.
Los resultados
El desarrollo del ejercicio binacional “Cruz del Sur” plasmó en las aguas fueguinas, la excelente coordinación, preparación, solidaridad y lazos de amistad que existe entre Argentina y Chile, países que comparten una misma fuerza con la impronta de trabajar juntos por la paz en el mundo.
“Este ejercicio nos deja mucho más de lo esperado gracias al nivel de integración que hemos alcanzado. Resta poder llevar todo este conocimiento y experiencia a una misión de paz efectiva, para así demostrarle al mundo lo que dos países hermanos pueden lograr. Quiero felicitar al personal de Argentina y Chile por el nivel de integración mostrado, que año a año aumenta notablemente con este tipo de ejercicios”, remarcó el Jefe del Estado Mayor General de la Armada Argentina, Almirante Gastón Fernando Erice.