Siete años de la Fragata “Almirante Riveros”

Buque multipropósito al servicio de Chile

De origen holandés, sus características la hacen ser tan versátil, que esta Unidad puede desarrollar desde operaciones de combate o marítimas, hasta comisiones de ayuda humanitaria.

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La Fragata "Almirante Riveros" fue la cuarta fragata holandesa que se unió a nuestra Institución, luego de las fragatas "Blanco Encalada", "Almirante Latorre" y "Capitán Prat".

El 18 de abril de 2007, en una ceremonia en la Base Naval holandesa de Den Helder fue entregada a nuestro país. Allí se realizó el izamiento del Pabellón Nacional y la Bendición de la Unidad, que a partir de ese momento se incorporó a la Amada de Chile.

Siete años después, indagamos en la historia de la Unidad para rescatar el "espíritu riveriano" que la caracteriza. El Comandante de la FF "Riveros", Capitán de Fragata Mauricio Arenas, explica que es un buque multipropósito que tiene una serie de tareas y roles que lo hacen ser muy versátil en todo lo que tiene que ver con las operaciones navales. Lo anterior, lleva a que en su corta vida haya participado en importantes ejercicios internacionales, como RIMPAC, PANAMAX, TWS y UNITAS, entre otros. Por lo mismo, asegura que, para él, "es un enorme honor y privilegio llegar como Comandante a esta Unidad. La Fragata 'Riveros' tiene un nombre y prestigio que se ha ganado en corto tiempo en base a hechos concretos. Entonces debo trabajar para no sólo mantener dicho prestigio que ha alcanzado con el esfuerzo de todos quienes han sido parte de ella, sino que ojalá poder incrementarlo con quienes componemos la Riveros hoy: un buque confiable, siempre disponible, al servicio de la Escuadra y la Armada en general".

EL SELLO DE LA "RIVEROS"

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Capitán de Fragata Mauricio Arenas.

El Comandante Arenas destaca de su Unidad el profesionalismo, compromiso y buena disposición de su gente: "yo, como todo Comandante, quiero que mi buque sea eficiente y feliz – en ese orden- , pero no sólo en el discurso, sino que en la realidad y para eso tenemos que trabajar duro, ser autoexigentes y tender a la excelencia. Ése debe ser nuestro norte".

Asimismo, su Segundo Comandante, Capitán de Corbeta Alejandro Rosa, asegura que "el buque tiene una mística particular, el 'espíritu riveriano', donde es destacable la actitud positiva, la camaradería y la motivación para todos los desafíos que tenemos".

Ambos concuerdan en que todas estas cualidades quedan demostradas en el gran despliegue de la "Riveros" en los ejercicios internacionales donde ha participado: "navegó muchas millas con excelentes resultados y tuvo una destacada intervención. Además de su versatilidad, mostró su capacidad para interoperar eficientemente con otras Marinas, lo que no es necesariamente fácil", agrega el Comandante de la Unidad.

EXPERIENCIA A BORDO

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La Cabo 2° Paula Oyarzún llegó a desempeñarse como Cocinero el año pasado y asegura que la experiencia a bordo ha sido positiva. Destaca el trabajo en equipo que se vive en el buque, "porque a veces me han costado cosas y siempre he tenido personas que me apoyen. Me han enseñado harto", declara.

Por su parte, el Suboficial Mayor Víctor Arratia, llegó este año a la Unidad: "soy el Condestable Mayor y para mí es un compromiso estar a la altura y ayudar en la gestión del Mando". Al igual que la Cabo Oyarzún, asegura que la "Riveros" se destaca por el profesionalismo de su gente y el apoyo que hay entre los compañeros de la dotación.

Para el Marinero 1° Luis Reyes, embarcarse en esta Fragata es una de las mejores experiencias que ha tenido: "llegué aquí directamente desde la Escuela de Grumetes y he vivido cosas que nunca pensé que pasarían, como estar cubriendo la cubierta de vuelo. Yo creía que el Mayordomo hacía eso no más y aquí me di cuenta que uno es marino igual que el resto".

Asimismo, concuerda con sus compañeros al recalcar la camaradería y compañerismo que se vive a bordo de la Unidad: "todos andan preocupados de cómo te sientes, es como mi segunda familia", puntualiza.

NUEVOS DESAFÍOS

Para el 2014, la "Riveros" tiene un sinnúmero de objetivos, los que exigirán gran compromiso y fortaleza tanto física como emocional de toda la dotación. Sin embargo, explica que "lo vemos como una extraordinaria oportunidad para ponernos a prueba como equipo, ya que siempre he pensado que entre creerse buenos para algo y ser bueno de verdad, hay un abismo de esfuerzo y sacrificio".

El Capitán Rosa reafirma esta visión: "vamos por buen camino para ser el buque que queremos ser. Necesitamos establecer vínculos con las distintas reparticiones y unidades para que nos conozcan y sientan que tienen una Fragata amiga que quiere lograr muchas cosas este año. Esperamos tener la oportunidad de llevar nuestra impronta de Arica a Cabo de Hornos y ser un real aporte para nuestra Institución".